Criptonoticias: Estas son las 3 promesas sin cumplir del petro a tres años de su anuncio

El criptoactivo es una bandera del gobierno para intentar evadir sanciones; como forma de pago en establecimientos comerciales, es casi inexistente.

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Cuando Nicolás Maduro anunció en diciembre del 2017 que Venezuela utilizaría una criptomoneda propia para buscar financiamiento internacional, el gobierno trató de abrir una compuerta para aliviar a la maltrecha economía del país. Hiperinflación, devaluación del bolívar, sanciones internacionales, desconfianza de los inversionistas y una grave crisis política, delineaban un oscuro panorama.

Tres años después de que se conociera  que el petro (PTR) sería la criptomoneda que ayudaría a estabilizar al país, la situación ha cambiado para peor. Venezuela registra  un 96% de pobreza en su población, una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de más del 70% en siete años y una inflación acumula en los últimos 12 meses del 4.000%.

La promesa del gobierno nacional con el petro fue «avanzar en materia de soberanía monetaria, vencer el bloqueo financiero y lograr nuevas formas de financiamiento internacional para el desarrollo económico», según aseveró en ese entonces Maduro en transmisión televisiva. El respaldo de la moneda serían las reservas de petróleo, gas, oro y diamantes del país.

Las autoridades nacionales no desconocen las dificultades financieras, pero las enmarcan en una «guerra económica» que estaría experimentando Venezuela y que, según Maduro, nace en los Estados Unidos.

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En febrero del año pasado el presidente desmenuzó aún más lo que ocurre al decir que también existe «persecución financiera», «bloqueo económico» y «bloqueo comercial»

Más recientemente, en febrero del 2020, Maduro hablaba de que este año sería el de la «implantación definitiva del petro porque es el mecanismo para defender a la sociedad que no tiene divisas». Además, catálogo  a la llamada criptomoneda como la solución para que no surja una sociedad desigual

El petro podría considerarse como un experimento gubernamental que no termina de encajar y que, cada cierto tiempo, recibe empuje de las autoridades para que sea usado como medio de pago para, por ejemplo, trámites gubernamentales, emisión de pasaportes o el pago de gasolina. A continuación, hacemos un repaso por las tres promesas no cumplidas por el petro a tres años de su lanzamiento.

Aunque el petro ha sido una bandera del gobierno de Maduro, fue el difunto presidente Hugo Chávez quien hizo público en 2009 que estaban trabajando en una propuesta de moneda internacional, no criptomoneda, que estaría fundamentada en reservas petroleras. Ese proyecto fue denominado petro y surgiría, según expresó Chávez en ese entonces, porque «el mundo es víctima del imperio del dólar».

Un instrumento para la autonomía financiera

El proyecto no se concretó y reapareció como un criptoactivo ocho años después para que Venezuela intentara financiarse. No obstante, el petro no ha servido del todo en este campo. Tres meses después del anuncio de Maduro sobre el petro, gobierno de Donald Trump sancionó el proyecto  y prohibió que ciudadanos estadounidenses o empresas de ese país comercializaran con él.

El país ha tratado de intercambiarlo por bienes o servicios en el extranjero, pero tampoco ha tenido éxito. En mayo del 2018 India descartó  usarlo para la compra de petróleo, incluso con el ofrecimiento de un 30% de descuento.

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Ningún exchange internacional reconocido de criptomonedas lo ha enlistado en sus plataformas, por lo que a escala global no estaría siendo comercializado. En el país sí existen casas de cambio autorizadas por el gobierno para operar en PTR, pero las cotizaciones están muy por debajo de su precio, que en teoría es de 60 dólares, según su libro blanco.

En una rueda de prensa ofrecida en el 2019, el secretario del tesoro de los Estados Unidos, Steve Mnuchin, declaró  que no tenía noticias de que alguien lo estuviera usando. Un punto de vista similar fue el de Francisco Rodríguez, director de la firma de análisis Torino Economics, quien aseguró a la BBC: «nosotros lo vimos bastante al principio, pero después, lo que yo entiendo y, tal vez esté equivocado, es que no se ha podido usar».

La falta de utilidad del petro para el financiamiento internacional también quedó en evidencia en marzo de este año cuando el gobierno de Venezuela, en una sorpresiva decisión, solicitó un préstamo de 5.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI). Los fondos serían destinados a enfrentar la pandemia por COVID-19, pero el organismo desestimó la solicitud por no existir claridad sobre el reconocimiento de un gobierno oficial en el país.

En este punto surge la interrogante, si el petro sería la herramienta para obtener nuevas formas de financiamiento ¿por qué recurrir a un organismo internacional cuestionado por el gobierno para solicitar fondos en dólares? De lo anterior se deduce que el petro no habría logrado los objetivos trazados en esta materia.

Peor aún, el gobierno estaría desmarcándose del petro (moneda ya preminada) para acercarse a otras criptomonedas como bitcoin, por ejemplo. En el complejo militar de Caracas, Fuerte Tiuna, funciona el  Centro de Producción de Activos Digitales, una granja de mineros para la extracción de criptoactivos. Además, el gobierno estaría usando bitcoin, no petros, para comerciar con Turquía e Irán.

A pesar de lo anterior relacionado con el petro, el propio Maduro aseguró en el 2018 que las ventas de la llamada criptomoneda le habían generado al país 3.300 millones de dólares y que se usaba para pagar importaciones, según una nota de Reuters.

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