Una explosión afectó el martes una unidad de destilación de la refinería venezolana Amuay, la más grande del país con capacidad de 645.000 barriles por día (bpd), sin reportes inmediatos de heridos, dijeron cuatro personas conocedoras del incidente a Reuters.
Pero al día siguiente, el miércoles, Nicolás Maduro aseguró que la refinería de Amuay sufrió un ataque con un «arma poderosa, un arma larga», no presentó pruebas y pidió a su ministerio de Comunicación e Información detallar su versión.
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Ante la escasez de gasolina en Venezuela, la administración Maduro intenta reanimar la producción de crudo mientras importa combustible de Irán.
Las refinerías de Amuay y Cardón pueden capacidad para procesar 950.000 barriles diarios de crudo, pero informantes de Reuters explicaron a la agencia de noticias que lo ocurrido el martes se trató de una explosión y no de un ataque.
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