Según el Observatorio Venezolano de Violencia, la ciudad de Caracas experimentó más de 300 delitos durante el año 2023, generando 672 víctimas en total.
Entre estos delitos se contabilizaron al menos 28 casos de muertes por Intervención Policial (MIP), con un saldo de 112 fallecidos.
El análisis de las cifras revela que los homicidios representaron el 49,2% de los eventos delictivos, seguidos por robos con un 22,3% y agresiones con un 11,3%. En cuanto a las víctimas, la demografía muestra que los jóvenes entre 15 y 29 años fueron el principal blanco de la violencia, con el 70,3% de las muertes correspondientes a hombres.
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Es preocupante el aumento de casos donde el victimario es familiar o conocido de la víctima, especialmente asociado a la violencia de pareja e intrafamiliar.
En este contexto, los organismos policiales como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) están involucrados en un porcentaje significativo de intervenciones.
Los esfuerzos policiales se han centrado en áreas específicas, como la parroquia de Petare, con el objetivo de desarticular bandas delictivas armadas. Sin embargo, desde el Observatorio se hace hincapié en la necesidad de políticas de prevención y programas para abordar las causas subyacentes de la violencia en la ciudad.
Estas cifras reflejan una situación preocupante en Caracas, que requiere una respuesta integral para garantizar la seguridad y protección de sus ciudadanos.
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