En el municipio El Hatillo, estado Miranda, se realiza un diagnóstico participativo del presupuesto para priorizar las necesidades de los ciudadanos entre: seguridad, educación, vialidad, iluminación, transporte público, gestión interna, tecnología o salarios de empleados públicos.
El alcalde del municipio El Hatillo, Elías Sayegh, reiteró que si bien la inflación se redujo desde finales de 2021, aún la economía venezolana tiene uno de los costos de vida más elevados de la región.
Los comercios en el municipio mirandino generan empleos e ingresos fiscales para El Hatillo. «Vivimos de los impuestos de actividades económicas», indicó Sayegh.
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Pero ese impuesto municipal ha perjudicado a las empresas que se regularizaron; la ONG Cedice Libertad elaboró una investigación donde constata el efectivo negativo, para los comercios, que tiene la ordenanza sobre actividades económicas.
Tiziana Polesel, presidente de Consecomercio, ha señalado que la voracidad fiscal incentiva el paso a la informalidad de las empresas. Sin embargo, apeló a la mejora de la comunicación con autoridades públicas para moderar cargas tributarias.
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