La lectura del pasado sin duda sirve para contextualizar y recordar las causas que determinaron una situación particular que se vive en el presente, tal es el caso de la oferta de gasolina en Venezuela.
No siempre la producción local del combustible fue suficiente y desde el 2010 las autoridades se percataron que para ese entonces era más barato importar que refinar en el país. Loly Dobarro, Asesora Independiente, recuerda «todo ese proceso comienza por el 2010, donde ya se acusaba el deterioro y se acelera después de la explosión de Amuay en 2012». Con un crudo a 100 dólares el barril era más fácil esconder las ineficiencias, añade la experta al reflexionar que posteriormente con la caída de los precios del petróleo y las sanciones petroleras terminó de agravarse el escenario del mercado interno de combustible en Venezuela.
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Las refinerías producían entre un 25 y un 40% de gasolinas y naftas de cada barril de petróleo antes de 2010 . No solían operar a capacidad plena. Cardón generaba 96.100 mbd, Amuay 174.150 mbd, Bajo Grande 2.720 mbd, El Palito 57.400, Puerto La Cruz 61.710 mbd, San Roque 2.200 mbd e Isla en Curazao 90.450 mbd.
Para un total de 484.730 mbd » y eso contando con que se produjeran los componentes o se importaran. Cuando comenzó a notarse un mayor deterioro, solo se producía gasolina terminada que compraba Citgo a cambio de crudo», concluye Dobarro. La escena estaba servida para lo que vino.
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