“Nadie puede estar en desacuerdo con lo anunciado por Nicolás Maduro según lo cual hay que privilegiar a la producción agrícola nacional antes que suplir la oferta de alimentos básicos vía masivas importaciones, para ser distribuidos en las cajas CLAP. Ahora, la viabilidad en la actual situación venezolana de tal circunstancia es muy complicado”.
Así lo declaró a Descifrado.com el economista especializado en temas agrícolas, Wilfredo Briceño. “En condiciones de entera normalidad los venezolanos consumimos unos 40 kgs/por habitante/año de arroz, y de azúcar, 45 de harina precocida y 23 de harina de trigo para pastas. Si asumiéramos que las cajas CLAP satisfacieran al 70 % de la población, que según la última Encovi, se encuentra en situación de pobreza extrema se requerirán unos 3 millones de toneladas de esos productos terminados que al precio que rigen actualmente en el mercado internacional, obligaría al gobierno de Maduro desembolsar unos $ 3.500 millones”, explicó el analista a este medio digital.
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Briceño consideró que esta inversión de recursos no es viable para el régimen bolivariano, sancionado internacionalmente y con poco flujo de caja.
“En 2019 en las importaciones de alimentos se invirtieron 2.500 millones de dólares y para cubrir la demanda nacional entera habría que invertir este año esta cifra más 1.000 millones extra. Una importación masiva no resulta viable, dado la severa estrechez de divisas que confronta el país. Eso es lo que explica la intermitencia con que llegan las cajas CLAP a las familias. El total importado es muy inferior a la demanda”.
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