Para Carlos Colina, representante de la Federación de Trabajadores Petroleros del Estado Falcón, la importación de gasolina desde Irán representa un jugoso y oscuro negocio para el régimen al tiempo que se evidencia la destrucción de la industria petrolera.
Colina destaca que la llegada de los buques iraníes cargados con combustible «Se autosentencia Maduro y sus galácticos ministros, culpables de la ruina y destrucción de la industria petrolera».
Informó además que los trabajadores petroleros se encuentran en crisis por el miserable sueldo que reciben, lo que ha desmejorado la calidad de vida y provocado crisis de salud.
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“100 mil trabajadores petroleros no cuentan con ingresos suficientes para su manutención y mucho menos para cancelar el costo del transporte para cumplir con su jornada laboral y los directivos de la estatal petrolera hacen caso omiso a las exigencias laborales”, expresó.
A juicio de Colina, la situación laboral de los trabajadores de las refinerías es preocupante y representa un despido indirecto ejecutado por un gobierno que irónicamente encabeza un presidente que se hace llamar obrero.
A la falta de sueldos dignos, asegura el representante de Fetrafalcón, se le debe sumar el grave riesgo que corren los trabajadores ante la falta de mantenimiento de las refinerías en Oriente, El Palito y Cardón, donde no se está produciendo nada y el gobierno se empeña en reactivarlas.
“En Paraguaná una empresa contratista dejó correr una oferta engañosa de empleo y convocó para el protocolo de ingreso para la reactivación de la refinería de Cardón pero eso no paso de allí, porque no están dadas las condiciones para el arranque de las operaciones” aseguró Carlos Colina.
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