El Impulso:  A un año del apagón: Maracaibo marginada y sin electricidad

Después del apagón de cinco días que sufrió Venezuela el pasado 7 de marzo, el país sigue enfrentando las consecuencias eléctricas, comunicacionales, de transporte y de agua

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El apagón que registró Venezuela aquella tarde del jueves 7 de marzo ya estaba solapadamente advertida. Hasta el sol de hoy Nicolás Maduro sigue atribuyendo esta catástrofe eléctrica a “una conspiración de Estados Unidos y el líder de la oposición Juan Guaidó”.

Mientras, para los expertos que trabajaron en la industria eléctrica nacional con la administración anterior la conclusión fue clara y congruente: el resultado de una combinación de falta de mantenimiento, mala gestión, desfalco y desinversión en el sistema eléctrico venezolano.

Estudios elaborados por profesionales en materia eléctrica desnudan la situación que aún registra este servicio público y las principales razones del colapso que se vive en estos momentos.

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Estas afirmaciones están contenidas en el estudio Venezuela en apagón: desinversión, falta de mantenimiento y desfalco, que detalla los principales problemas que ha registrado en los últimos años el sistema energético de ese país debido a:

  • Una mala planificación
  • La toma de decisiones sin el conocimiento técnico adecuado
  • El nombramiento de personas poco idóneas
  • El aplazamiento de gasto e inversión en el mantenimiento del sistema
  • Incluso, la desviación de estos recursos

Toda esta parafernalia de malas decisiones provocó el apagón más largo que ha vivido Venezuela en toda su historia moderna, pues tras 24 horas a oscuras, apenas en la tarde del viernes comenzaba a restablecerse el servicio en algunos estados y en buena parte de Caracas, la capital. Pero después de 40 horas sin energía, seguían desconectadas importantes ciudades industriales como Maracaibo y Barinas.

Tenso silencio

Aunque se desconoció la causa precisa del primer apagón nacional, por clásico el hermetismo gubernamental para tapar la notoria realidad de ese pasado jueves, todo se debió a una sobrecarga en el uso de la hidroeléctrica de Guri como el principal problema de esta aún crisis, según se conoció.

Se trata de la mayor generadora de energía del país, construida en la década del 60, que desde hace más de 10 años ha presentado constantes fallas debido a la falta de inversiones y un manejo inadecuado, que ha provocado estrés en el sistema.

Lo cierto es que desde 2010, cuando el Gobierno creó un operador único de todas las actividades del servicio eléctrico, es decir generación, transmisión, distribución y comercialización, puso en cabeza de Corpoelec estas funciones, agudizando la crisis.

En sus mejores tiempos, Venezuela exportaba electricidad a países vecinos, pero ahora es víctima de un sistema que se ha debilitado año tras año. Los dos grandes apagones en marzo de 2019, que afectaron a más de 90 por ciento del país y superaron más de 100 horas, en muchas regiones, son muestra de lo que han dejado la desidia y corrupción.

Zapatero a tu zapato

Corpoelec es una empresa estatal que no ha tenido un manejo técnico, de acuerdo con los expertos del sector, al punto que recientemente estuvo presidida por el mayor general Luis Motta Domínguez, un militar de alto rango que además fungió como ministro de Minas y Energía.

Mientras que en casi todo el mundo, un titular del Ministerio de Minas no tenía nada que ver con las empresas encargadas de prestar servicios eléctricos pues, este se convierte en juez y parte, según los expertos.

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Los investigadores aseguran que en las malas decisiones tomadas, no solamente se trataba de un militar que desconocía el sector, sino que además no tenía quién vigilara sus decisiones.

Para los expertos y buena parte de la prensa venezolana, el nombramiento de un militar en un cargo tan estratégico para la seguridad nacional del país como es el manejo del sistema eléctrico nacional constituyó un craso error y es una de las principales causas del caos y la oscuridad que hoy continúan padeciendo los venezolanos.

Desde hace más de 130 años, cuando se fundó en Maracaibo la primera compañía privada de energía, encargada de prestar un servicio continuo y no esporádico del servicio a hogares, comercio y empresas.

Además las distintas etapas por las que pasó durante el siglo XX este sector, que nació por la iniciativa de empresas privadas que decidieron invertir en empresas eléctricas para vender el servicio al sector público y estos eran responsables de su funcionamiento. Había dónde reclamar.

La Era madurista

En el año 2016, luego de que en el lapso 2010-2015 el Gobierno realizara inversiones de más de 40 mil millones de dólares en equipamiento de generación y transmisión.

Y a pesar de la advertencia que hiciera el ministro Jesse Chacón al presidente Nicolás Maduro (Punto de Cuenta 017-2015 del 16/05/2015) sobre la necesidad de “tomar medidas para la recuperación de la generación térmica requerida para afrontar la disminución previsible de la generación hidroeléctrica en el Bajo Caroní en el próximo verano 19”.

Para los investigadores, después de un año de tomar la decisión de recuperar el parque termoeléctrico, “no quedó otra opción que sobreexplotar el embalse de Guri hasta casi alcanzar niveles de colapso, que obligaron a detener unidades de la central hidroeléctrica para evitar daños mayores a la instalación”.

Por tal razón recomiendan que las decisiones en materia de operación del sistema eléctrico venezolano deben guiarse con criterios técnicos y no con base en temas eminentemente políticos, (o adivinando) lo que no hubiera ocurrido si se hubiera conservado “el esquema de coordinación de operación del contrato de interconexión y sus empresas suscriptoras”, concluyen.

Mas Información El Impulso/La Verdad

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