Venezuela se enfrenta a un futuro incierto con una inflación desmedida

0
2356

Caracas.- ¿Desatará un estallido social? ¿Obligará al gobierno a liberar la economía? La inflación en Venezuela llegaría a 1.000.000% este año, según una proyección del FMI que plantea escenarios volátiles con una única certeza: el dramático deterioro de las condiciones de vida.

Hoy el ingreso básico de un venezolano -1,5 dólares a la tasa del mercado negro- apenas alcanza para un kilo de pollo. Mientras, las finanzas públicas languidecen por el derrumbe de la producción petrolera, que aporta 96% de los ingresos.

El sombrío panorama que avizora el FMI -con una caída del PIB de 18%- no le extraña sin embargo a quienes padecen la crisis en carne propia.

«Ya nada me sorprende. Día a día, las cosas aumentan. No es gradual, es exponencial», comentó Marcos Salazar mientras comía, en un puesto callejero, una hamburguesa que le costó un salario mínimo.

Profesor de 31 años, sobrevive con tres trabajos y remesas de familiares.

Se estima que 1,6 millones de venezolanos emigraron desde 2016 a raíz de la debacle, que según las principales universidades del país elevó la pobreza a 87% en 2017.

El FMI cree que ese éxodo se intensificará, además, por la escasez de comida y medicinas y el deterioro de los servicios públicos, con un fuerte impacto en la región.

Según la OPEP, la producción de la estatal petrolera, casi única fuente de divisas, cayó de 3,2 millones de barriles diarios (mbd) en 2008 a 1,5 millones en junio pasado, impidiendo aprovechar la recuperación de los precios.

El desplome continuará hasta 1,3 mbd a fines de año, según la consultora Ecoanalítica, acentuando un déficit que expertos cifran en 20% del PIB.

«De la hiperinflación solo se sale con reformas económicas profundas. Así han terminado todos los casos», dijo Henkel García, director de la consultora Econométrica, señalando que estos fenómenos no se mantienen de forma permanente, como demostró el caso de Zimbabue.