Cedice: Aumento salarial acelera hiperinflación al agravar el déficit fiscal

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El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) desestimó el aumento de 95,4% al ingreso mínimo legal ordenado esta semana por el presidente Nicolás Maduro.

«No se traduce en una mejora del poder de compra en la misma proporción, debido a que la economía venezolana se encuentra en una fase hiperinflacionaria, con una variación de precios que en términos acumulados alcanzó más del 413% para el 15 de abril de 2018», expresó el Observatorio de Gasto Público de Cedice en su último boletín.

En el el documento se lee que la medida, no obstante, tiene  grandes implicaciones para una economía en depresión. Argumenta que para el sector privado no solo se traducen en un aumento en el costo de su personal, sino que además implica el aumento de un conjunto de pasivos laborales que son calculados con base en el salario mínimo. Señala que para cumplir con las leyes laborales se tiene que aumentar aún más el precio de los productos.

«En este sentido, es importante ver el incremento salarial como el aumento de un elemento
adicional dentro de toda una estructura de costos, pues no viene como consecuencia
de un incremento en la productividad, eficiencia y rentabilidad del negocio empresarial, que permita subir la compensación a los trabajadores. Al contrario, a pesar de las grandes dificultades para mantener operaciones en un país en depresión, los empleadores deben tomar medidas inmediatas (aumento de precio de productos y servicios) para poder cumplir con el nuevo aumento de salario», explicó Cedice.

Los efectos no se limitan a privados. El texto expresa que el sector público también sufrirá consecuencias importantes debido a que actualmente es el principal empleador del país. «Un aumento del salario significa un aumento del gasto público, que debería ir en concordancia con el aumento de los ingresos fiscales, pero como esa no es la realidad, lo que seguirá incrementándose es el déficit. Este aumento del 95% en el salario mínimo implica para el sector público un aumento de sus egresos, en un momento de caída de los ingresos fiscales reales, con impago de la deuda y donde las opciones de financiamiento están prácticamente cerradas. Es decir, estos aumentos nominales de salario mínimo se traducen en un déficit que es financiado mediante monetización (emisión de dinero por parte del Banco Central de Venezuela), que es precisamente lo que genera un ciclo inflacionario», manifestó.