El Gobierno de Venezuela ha asegurado que responderá con firmeza al traslado del avión venezolano de propiedad iraní a Estados Unidos. La aeronave, que llegó a Argentina en junio de 2022 con una tripulación sospechosa de espionaje, ahora está bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
En un comunicado emitido por el canciller venezolano, Yván Gil, declaró que dará una respuesta contundente ante lo que considera un «ataque» por parte de Washington y Buenos Aires. Se comprometió a utilizar todos los recursos disponibles dentro del marco de la Constitución nacional, la diplomacia y el Derecho Internacional.
El Gobierno venezolano acusó a Estados Unidos y Argentina de violar las normas de la aeronáutica civil en un acto que calificó de «robo descarado». Además, denunció una serie de «agresiones delictivas» contra Venezuela, incluyendo el secuestro de activos y la imposición de sanciones.
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El avión, que pertenecía a la empresa iraní Mahan Air y ahora es propiedad de Emtrasur Cargo, una filial de Conviasa, la aerolínea estatal venezolana, llegó a Florida desde el Aeropuerto Internacional de Buenos Aires. Ambas compañías están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
La aeronave había sido retenida inicialmente por la Justicia argentina en relación con una investigación sobre posibles vínculos con el terrorismo internacional. Sin embargo, las autoridades argentinas ordenaron su decomiso a principios de año tras una solicitud de la Corte del Distrito de Columbia de Estados Unidos.
Este incidente marca un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, así como entre Venezuela y Argentina, y podría tener repercusiones diplomáticas significativas en la región.
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