Cuando falta apenas un mes para la realización de las elecciones internas opositoras, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció su disposición a brindar su apoyo técnico a la Comisión Nacional de Primarias (CNP) en la ejecución.
Este lunes, autoridades del CNE y la CNP sostuvieron una reunión en la que acordaron establecer, a partir del día siguiente, una mesa técnica para evaluar la situación. De esos encuentros pudiera surgir la decisión definitiva sobre el papel, o ausencia del mismo, que tendrá el ente público comicial en la primaria.
Cabe preguntarse por qué, aunque discusiones al respecto hubo hace meses, es ahora, a las puertas del día de la votación, cuando el CNE muestra este interés. Una posibilidad es que la elite gobernante, mediante un CNE que le es adicto, busque revivir disputas entre facciones de la oposición que habían quedado aparentemente zanjadas.
De latentes a nuevamente expresas
Desde que comenzó la organización de la primaria, una parte de la dirigencia opositora, constituida sobre todo por los partidos Un Nuevo Tiempo, Primero Justicia y Acción Democrática, se mostró favorable a la participación del CNE. Sostienen que el ente tiene los medios materiales para garantizar que todo el país pueda participar. Otros, como Vente Venezuela, Voluntad Popular y la Causa R, se manifestaron en contra, alegando que la obediencia del CNE al gobierno comprometería la transparencia de la primaria.
Aunque esas divisiones se mantuvieron latentes todo el tiempo, la CNP se inclinó por organizar la primaria por cuenta propia luego de que todo el rectorado del CNE renunciara por presiones gubernamentales. Ante las sospechas entre la población que generó esta medida, la mayoría de los partidos abiertos a que el CNE desempeñe un papel aceptó la decisión de la comisión.
Pero ahora que se hizo el nuevo ofrecimiento, la CNP pudiera recibir presiones hacia uno u otro lado. Si acepta el apoyo técnico, es posible que toda la logística tenga que rehacerse. Tal vez hasta pudiera ser necesario ponerle una nueva fecha a la jornada electoral, más adelante. Además, el nuevo CNE tiene de presidente a Elivs Amoroso, otrora diputado chavista a la Asamblea Nacional y contralor general responsable de algunas de las inhabilitaciones de precandidatos opositores. Esto muy probablemente generará rechazo en la dirigencia opositora que desde un principio objetó al CNE, así como en una parte de los interesados en votar en la primaria.
Por otro lado, si la CNP rechaza la oferta del CNE, cabe la posibilidad de que el gobierno, mediante un Tribunal Supremo de Justicia también alineado con él, use esto como excusa para proscribir la primaria, ya que la comisión estaría ignorando a la autoridad del Estado en materia comicial.
La cuestión de los proscritos
Uno de los asuntos más apremiantes sobre la primaria que la CNP pudiera discutir con el CNE es el de los aspirante inhabilitados. Si el CNE les permite participar en una primaria en la que se involucra, sería un retroceso tácito con respecto a declaraciones previas de voceros de la elite gobernante, según las cuales tal participación sería una «incitación al desorden».
En cambio, si condiciona su asistencia técnica a que los inhabilitados no participen, estaría debilitando el presunto esfuerzo del chavismo para dividir a la oposición. Porque entonces los excluidos tendrían una razón para quejarse con gran posibilidad de amplia resonancia en el público.
Quizá el ex gobernador de Miranda y candidato por Primero Justicia, Henrique Capriles, en ese caso se retire voluntariamente, como ya ha indicado públicamente que pudiera hacer. A duras penas se puede esperar que los ex diputados Freddy Superlano y María Corina Machado, respectivos aspirantes por Voluntad Popular y Vente Venezuela, hagan otro tanto, considerando sus compromisos de una posición más desafiante.
El caso de Machado sería particularmente problemático, puesto que las encuestas la muestran como la candidata, por amplio margen, con mayor intención de voto. Entonces, sería un sacrificio de la favorita que podría lastimar gravemente la legitimidad de la primaria ante millones de interesados en votar. La CNP tendría que pensarlo dos veces antes de irse por ese camino.