Por: Elizabeth Ostos
“¿Qué explica la implosión observada en el precio del dólar en los últimos días?”, es la pregunta que se hacen muchos venezolanos. Descifrado consultó la opinión del economista Wilfredo Briceño quien señaló que como primer factor está “el dinero inorgánico creado por el BCV por órdenes del Ejecutivo. Una tasa de cambio, en nuestro caso, la cantidad de bolívares que debemos sufragar para obtener un dólar americano, es, a fin de cuenta, el precio en bolívares de un dólar; y, el valor de cualquier bien o servicio, es su precio pagado en la unidad monetaria del país que corresponda. Luego, es imposible explicar el comportamiento de una tasa de cambio y de los precios de las mercancías, prescindiendo de lo que sucede con la oferta y la demanda de dinero, técnicamente, el mercado de dinero”, dijo.
Aseveró que “cuando absurdas medidas económicas y políticas se destruyó la fuente casi única que nos proveía de divisas -entiéndase PDVSA-, y también muy buena parte de las empresas que sostenían el régimen fiscal mediante el pago de impuestos, el gobierno optó por financiar su voluminoso gasto público con emisión de dinero ficticio, ésto es, dinero no respaldado en producción y tributación. Empichacó, diríamos en criollo, el mercado de dinero. Consecuencia: se disparó la inflación, pues, nos encontramos con mucho dinero en la economía respecto al valor de lo que se producía, o PIB, que cayó en picada”.
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En analista aseveró que en el caso Venezuela entra en el juego la cotización del dólar, dado que la inflación y la tasa de cambio son variables correlacionadas. “Esto implica que si los precios suben significa que nuestra moneda pierde valor, puesto que se requieren, cada vez, más bolívares para comprar lo mismo, incluyendo, por supuesto, a un dólar, luego aumenta la tasa de cambio.
– ¿Cómo es la relación entre la inflación y la tasa de cambio en Venezuela?
– Entre marzo del 2021 respecto a marzo de 2020, el último año, los precios han aumentado 4.711 % y la tasa de cambio ha variado 2.488% .Es decir mientras los precios se han multiplicado por un factor de 47 la tasa de cambio lo ha hecho por uno de 25. La teoría económica enseña que la correlación no es simultánea. Existen elementos que la filtran. Pero en el largo plazo y en épocas de hiperinflación el mercado corrige tales distorsiones. Por eso, no debe sorprendernos que el dólar suba de precio, al contrario, es lo natural, lo más natural, como también que debe seguir incrementando su precio, dado el rezago que el precio del dólar tiene en relación al aumento en la inflación.
¿De cuánto es el rezago cambiario?
-Respecto a marzo del 2020, hoy dos de abril de 2021, un dólar debería costar 4.100.000 de bolívares, de modo que tuviera el mismo poder de compra que hace un año atrás. Eso explica que hoy se requieran más dólares para comprar lo mismo que hace 12 meses. La inflación de dólares no existe. Un invento mediático sin fundamento. El dólar es una mercancía más y su valor está sujeto a cambios, dependiendo de la naturaleza y magnitud de los desequilibrios macroeconómicos subyacentes.
– ¿Cuánto puede llegar a costar el dólar y en qué momento?
-Con exactitud, para diciembre, por ejemplo, nadie lo sabe, pero podemos aproximarnos; lo que sí es seguro, es que de continuar el cuadro de anormalidades que nos define, estará por encima de los 14 millones de bolívares. Claro, antes, de seguro, el gobierno optará por una tercera reforma monetaria, ésto es, le quitaran varios ceros a la moneda. No significa que el dólar bajará de precio, será una ilusión monetaria. En términos reales igual sentiremos decaer, aún más, nuestro alicaído nivel de vida.
– ¿Qué debe hacer el gobierno hacer para estabilizar el precio del dólar en el mercado cambiario?
-El dólar es parte importante del plan de reconstrucción nacional por implementar. Es un medio o instrumento para alcanzar objetivos mayores. Primeramente, hay que eliminar el financiamiento monetario del déficit fiscal para abatir la hiperinflación, para lo cual hay que reestructurar la deuda y obtener un importante financiamiento internacional. Hay que liberalizar el mercado de bienes, servicios, financiero, flexibilizar el laboral, abrir la economía nacional al mundo exterior, ésto es, que sea el mercado, la gente, quienes decidan sobre la asignación eficiente de los recursos económicos. Darle autonomía al BCV para que ejecute una política monetaria ajustada a las estrictas necesidades transaccionales de la economía. Hay que garantizar la viabilidad social y política del plan para lo cual se debe poner en marcha un vigoroso programa de transferencias monetarias directas no condicionadas a la mayor parte de la población para darle respuesta a la crisis humanitaria que padecemos.
“Y para darle sustentabilidad al plan- prosigue el economista Wilfredo Briceño- al plan hay que definir programas de crecimiento y rehabilitación en sectores estratégicos como, electricidad, petróleo, agroalimentario, transporte público agua y telecomunicaciones, educación y salud. Un Plan de esta envergadura se necesita a una dirigencia política bien informada, comprometida, honesta y clara, sobre lo insulso de sus apetencias personales respecto a las necesidades de la mayoría”.
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