La contracción de la economía para el cierre de este año, se estima en un -33%, una cifra que es verdaderamente dramática para cualquier economía, mientras que el consumo podría caer en -30%, asegura Luis Arturo Bárcenas, Economista Senior de Ecoanalítica, al referirse a las estimaciones que maneja la firma para el cierre del 2020.
Sin embargo, advierte que lo más grave es lo que ya acumula la economía de caída desde el 2014 hasta la fecha, con un -70% de caída acumulada, explicando en términos de ejemplo, que si antes se producían en el país 100 unidades, en este momento solo se producen 30, esto ha pasado en menos de diez años, pero con estas cifras que se están mencionando, la economía venezolana podría acumular una contracción cercana al 80% contando el efecto COVID-19.
“Esto significa una economía más chica, no solo en términos de consumo, las personas ahora consumen mucho menos, y lo que consumen es de precaria calidad, porque su ingreso solo les permite eso, y además es una economía que genera menos ingresos, un sector privado que genera menos ingresos y por eso tiene menos como responde a sus empleados, por eso estimamos que este año pueda haber una contracción en el consumo privado y público cercana al 30%, y esto ha cambiado muchísimo con la pandemia, en la medida que la pandemia ha limitado el comercio internacional, las empresas importan menos y esas importaciones las colocan en el mercado nacional, no solo como bodegones, sino como insumos para producir otros bienes, insumos que ahora son mucho más escasos con la pandemia y además tenemos el factor hiperinflacionario, que ya sería el tercer año, con una limitación más a los venezolanos y esto es inédito, ya que en otras economías una hiperinflación ha durado tanto y menos con una contracción de consumo tan grave, como la que esperamos para este año”, afirmó el especialista de Ecoanalítica.
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Sobre la incertidumbre de la gente sobre hasta donde podrá aguantar Venezuela la crisis, señalando Barcenas que en la medida en que economía se ha ido reduciendo, este efecto se refleja no solo en el que produce, sino también en el que consume, esto quiere decir que muchos venezolanos han cambiado la forma en como gastaban sus haberes con la finalidad de subsistir, indicando que antes una persona cualquier ingreso que tenía lo destinaba a la compra de divisas, dedicándole mucho menos a la parte alimenticia, mientras que ahora aun cuando el dólar sigue siendo una parte muy importante, el elemento fundamental sigue siendo la canasta alimentaria, y hemos visto como una buena parte de la población ha entrado a unos niveles de consumo “ de guerra”.
Admite que con la presencia del COVID-19 la población venezolana va a enfrentar retos, que seguramente los va a tener, la hiperinflación va a seguir, de hecho la caída de la producción y del consumo, pero es probable que tengamos que enfrentarnos a una fase de un nuevo reacomodo de ese consumo, así sea en las clases sociales más altas que deberán recortar más.
Asegura que como consecuencia del impacto del COVID-19, un 50% de las empresas sector manufacturero podría verse afectadas; mientras que el sector comercial podría afectarse en un 40% y 42%, también un gran número de trabajadores se verán afectados porque los comercios no podrán sustentarlos.
Entre las políticas económicas que habría que aplicar de inmediato, para reactivar el aparato productivo, Barcenas propone dar una mayor atención a la oferta, atendiendo la falta de bienes, con la finalidad de estimular el consumo, congelar de alguna manera el cobro de créditos, de alquileres y realizar cambios tributarios importantes.
Otro elemento es el crédito, donde una parte del crédito las empresas los pueden utilizar para gastos operativos, y otra parte para adquirir divisas y proteger inventarios o divisas para inventarios a futuro, siempre y cuando el comercio internacional se active.
Barcenas también se refirió a la apertura de la economía hacia el comercio internacional, produciendo bienes competitivos, de calidad mundial, de manera que el países pueda insertarse en los mercados internacionales, colocando productos con precios competitivos, de manera que se puedan generar las divisas que hoy no genera la renta petrolera, en Fedecámaras Radio.
Tomado de El Impulso
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