Para Nicolás Maduro existe una economía «real». Aparentemente, la agropecuaria.
Este martes extendió la cuarentena hasta el 13 de junio y pidió a los bares, librerías y demás nichos del mercado que no son «esenciales» detener su actividad mientras se supera la pandemia del COVID-19.
Pero, incluso el padre de familia que trabaja en un bar, para sustentar a su esposa e hijos, es esencial continuar generando ingresos que le permitan sustentar su hogar.
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«Para el señor que tiene una pequeña barbería es esencial que pueda generar algo de ingreso para poder llevar comida a casa», contextualizó el economista Henkel García.
Mientras Nicolás Maduro dictamina qué es «esencial», en Venezuela escasea la gasolina y las protestas dejan entrever su utilidad para el traslado de alimentos del campo a la ciudad (si se quiere estimular la producción nacional).
Confinar por un mes más a los venezolanos, sin trabajar, no permite vislumbrar una solución al problema de la gasolina, recalcó el economista Leonardo Vera.
«Ese señor que tenía dos o tres empleados, muy probablemente ya no esté en capacidad de pagarles y estos a su vez no tendrán cómo comprarle comida (sector «esencial») a sus familias», agregó García.
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