“Las calamidades que vive nuestra gente al no contar con gas para sus cocinas no tiene otro responsable que los usurpadores que están en Miraflores. En su incompetencia y corruptela, se le ocurrió entregar los llenaderos de gas a gobernadores, lo que ha derivado en más corrupción, más control político del PSUV, más desorden”, expresó el parlamentario.
Regnault sostiene que el desorden, tras incluir a los mandatarios regionales en la ecuación de Pdvsa Gas, trajo como consecuencia el aumento del costo de los cilindros, lo que sirvió de estimulo para chanchullos con el bachaqueo e incentivó la dolarización de las bombonas, y ahora se tarda más la llegada de los camiones y cisternas de gas a las comunidades.
Regnault sumó entre los factores de esta crisis a la caída de la producción petrolera que afecta el suministro de la gasolina y agrava el servicio de gas licuado de petróleo, y el hecho de que “el régimen” estatizara en 2008 la distribución del gas doméstico. “Esto trajo consigo que cerraran las 220 empresas privadas que le llevaban al venezolano el gas a su casa en apenas dos o tres días”.
Aseguró que de los más de 15 millones de cilindros que se necesita para garantizar el suministro de bombonas, solo se cuenta con tres millones de bombonas aptas para la venta. “En cada sector al que le mete mano la dictadura, el rey midas del desastre, aparece inmediatamente el clientelismo partidista y el apartheid político”.