Los bienes importados que se consiguen en los bodegones venezolanos representan una competencia desleal para los productores nacionales «cada sector ha tenido un poquito de esa inversión pero es muy tímida. Requerimos de una armonía institucional para que esto sea masivo», puntualizó Ricardo Cusano, presidente de Fedecámaras.
Resaltó que los empresarios venezolanos han viajado a otros países «no solo a hablar de la crisis» sino también para atraer inversiones extranjeras. Mientras tanto, estimulan la generación de empleos «bien remunerados».
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«Las fuerzas del mercado sobrepasaron los obstáculos de las ideologías, del populismo y del rentismo petrolero que tenía 60 años, más o menos, marcando la pauta del desarrollo económico. ¡El rentismo murió!».
Augura un año 2020 donde los venezolanos puedan «construir sus sueños sobre la base de su esfuerzo y no sobre las dádivas de un sistema político».
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Sin embargo, reconoce que existe «este equilibrio inestable que estamos viviendo sigue estando presente y genera incertidumbre pero todavía hay empresarios que aportamos inversiones al país».
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