Familiares de militares venezolanos detenidos denuncian malos tratos y torturas

Los vejados se encontraban bajo custodia en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), en Caracas

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Los familiares de varios militares detenidos en Venezuela han denunciado este sábado que estos han sido sometidos a malos tratos, torturas y vejaciones cuando se encontraban bajo custodia en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), en Caracas, la capital del país.

«Mi esposo ha sido víctima de tortura. Por más de 40 días no supimos de su paradero y, cuando logramos saber de él, conocimos que fue golpeado con barrotes de madera», ha manifestado María Gabriela de Mejías, esposa del coronel Johnny Rafael Mejías Laya.

De Mejías ha alertado de que le obligaron a beber agua de un inodoro y ha explicadoque durante ochos días no se le permitió ir al baño a hacer sus necesidades, lo cual le causó graves infecciones debido a que estuvo obligado a realizarlas encima.

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Por su parte, Natsibet Evangelina Rivero García, familiar del capitán de corbeta Carlos Gustavo Macsotay Rauseo, ha advertido de que durante cinco días fue sometido a tratos crueles, como golpes, patadas y asfixia con bolsas de plástico, según ha informado el diario local ‘El Nacional’.

La mujer de Leonardo De Gouveia De Sousa también ha relatado la dramática situación de su esposo al periódico ‘Diario de las Américas’. En él detalla que lo mojaron para aplicarle descargas eléctricas en los testículos, le colocaron una pistola en la boca y le sacaron una muela.

Las parejas de los militares han exigido así que se permita el ingreso de los observadores de la ONU para constatar las condiciones en que se encuentran estas personas. Además, han pedido la liberación inmediata de todos los detenidos en la DGCIM.

A principios de esta semana dos agentes de la DGCIM fueron detenidos por su presunta relación con la muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta, que falleció bajo custodia de las fuerzas de seguridad venezolanas y sufrió graves lesiones que le provocaron la muerte.

El autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela, Juan Guaidó, informó hace una semana sobre la muerte de Acosta. De acuerdo con su versión, fue torturado por la DGCIM, que le detuvo el pasado 21 de junio por su presunta implicación en la fallida sublevación contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

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Guaidó ha exigido una investigación internacional sobre la muerte de Acosta, que se suma a la del diputado Fernando Albán, quien en octubre se precipitó por una ventana del Helicoide, una de las sedes en Caracas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), en lo que la oposición califica de asesinato y el Gobierno de suicidio.

La mujer de Acosta, Waleswka Pérez, ha pedido a las autoridades venezolanas que le entreguen el cadáver del capitán de corbeta para «realizar un examen forense independiente de la ONU para determinar la causa de la muerte». «Ya es suficiente», ha dicho en Twitter, aseverando que su marido fue «asesinado impunemente».

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha ordenado una investigación interna sobre la muerte de Acosta, aunque al mismo tiempo ha incidido en que estaba acusado de «graves actos de terrorismo, sedición y magnicidio en grado de frustración».

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