Arreglar la ropa para ajustarse a la hiperinflación que atraviesa el país

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Caracas.- Arreglar la ropa usada no solo significa ahorrar dinero sino también transformarla para adaptarla a los nuevos tiempos que vive el país donde el 64% de la población ha bajado 11 kilos.

Ajustar la ropa a la nueva contextura corporal es una de las principales causas por las que mayormente las mujeres acuden a las costureras, que cobran dependiendo del cambio que haya que hacerle a la prenda de vestir, dice Omaira, una modista de 55 años, que está consciente de la actual situación económica que atraviesa Venezuela.

Emplea más tiempo en las blusas manga larga, pues «hay que desmontarlas y montarlas otra vez, para adaptarlas a los hombros de la persona». También le llevan faldas y blusas, pero es más fácil de arreglar, comenta.

En los pantalones es minuciosa. Revisa si se debe ajustar la bota o meterle pinzas  para reducir la pretina, lo que también toma un poquito de tiempo, señala desde su casa en la avenida Baralt de Caracas donde tiene su taller de costura.

Acepta pagos por transferencia y en efectivo, aunque prefiere este último ante la escasez del mismo en el país. De hacerlo así, el cliente paga 50 mil bolívares y cuando le llevan los materiales, es decir los hilos, botones y cierres reciben un descuento de 50%, solo cobra la mano de obra.

En el centro de Caracas

En la Candelaria Este 5, esquina de San Ramón hay un establecimiento que se destaca por su puertas pintadas en verde y blanco, donde se lee el letrero que dice de manera simple: Se hacen arreglos de ropa en general.

Su dueña es una italiana que vivió más de 20 años en Uruguay, y que llegó a Venezuela por razones del corazón. Desde su cubículo de 2×2 metros, acompañada de una máquina de coser de marca Consew y otra de pegar botones Sirubr, le ha arreglado la ropa a media ciudad.

Por los pantalones cobra entre 600 y 800 bolívares «si hay que ajustarle la cintura», dice. Por las blusas o camisas manga larga entre 500 y 600 bolívares.

Estos precios están sujetos al costo de los materiales. Citó como ejemplo que el hilo de 5 mil yardas cuesta actualmente 13 millones de bolívares, otros  5 millones de bolívares y el de menor yarda 2 millones 800 mil bolívares, expresó alarmada.

Cobra por transferencia, aunque anteriormente-recuerda- pedía el 50% del dinero por adelantado, pero «ahora no se puede hacer porque los precios varían de un momento a otro», por eso prefiere recibirlo cuando van a recoger la prenda de vestir, destaca.

«Puedo cobrar algo más, pero soy más consciente que otras modistas y trabajo no me falta». Asegura que sus precios son solidarios, a pesar de que un litro de aceite de comer cuesta más de 3 millones de bolívares y la pensión que están pagando en el Seguro Social es de 4 millones de bolívares, es decir nos están dando un dólar cuando el Lozartan cuesta mas que eso, cuestionó.

Reparar zapatos

La población también está optando por reparar los zapatos, pues un par sencillo cuesta entre 40 y 120 millones de bolívares, el precio varía dependiendo de la talla del cliente.

Reparar un zapato, doble suela, cuesta 4 millones de bolívares, debido a que el caucho está muy caro, señaló el dueño de un establecimiento en el centro de Caracas.