José Raúl Mulino, el sucesor político del exgobernante Ricardo Martinelli, quien está inhabilitado, fue proclamado como el nuevo presidente de Panamá este domingo, tras obtener una victoria contundente sobre sus rivales directos. Mientras estos últimos veían cómo se fragmentaba el apoyo entre ellos, Mulino emergió como el candidato que prometió recuperar el bienestar económico de los panameños.
Con más del 90 % de los votos escrutados, Mulino aseguró un 34,4 % de las papeletas, superando al 25 % obtenido por el candidato antisistema Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino (Moca), al 16 % del expresidente Martín Torrijos (2004-2009), del Partido Popular (PP), y al 11,2 % logrado por Rómulo Roux, de Cambio Democrático (CD).
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Mulino, de 64 años y líder destacado en las escasas encuestas previas a las elecciones, fue seleccionado de último momento por el Tribunal Electoral como candidato presidencial de la alianza de los partidos Realizando Metas (RM) y Alianza, en reemplazo de Martinelli, quien fue inhabilitado debido a una condena por blanqueo de dinero que le valió más de diez años de prisión.
«Me complace informarle, en nombre del Tribunal Electoral, que según nuestro sistema de transmisión extraoficial de resultados, en estos momentos es usted de manera extraoficial el ganador de la presidencia de la República en las elecciones generales de 2024», comunicó Alfredo Juncá, presidente del Tribunal Electoral, a Mulino durante una videollamada.
Mulino respondió recibiendo «con placer los resultados expresados», una decisión del pueblo panameño que asume «con gran responsabilidad y humildad». Describió la campaña como «difícil» y llena de obstáculos, donde se intentó «sabotear» la posibilidad de que un partido «legalmente constituido» presentara un candidato presidencial.
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