Manifestó que es necesario evaluar «por qué en 2016 no se avanzó en el cambio político
El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática, Jesús «Chúo» Torrealba, piensa que la situación actual dentro de la coalición opositora merece una evaluación a profundidad.
«Yo debo hacer un reconocimiento a los partidos políticos con lo que hemos trabajado todo el mes de diciembre, para tratar de construir una revisión completa, una reestructuración completa de la organización de la Mesa», dijo, en entrevista para Unión Radio. Aseguró que también la MUD requiere de una redefinición de la estrategia de lucha a seguir. Informó que especialmente ese punto los ha mantenido en sesión permanente.
Indicó que las conclusiones de esas reuniones se podrán conocer en cuestión de horas a través de anuncios de la MUD. «Tenemos que hacer un balance honesto de 2016», dijo. Se preguntó «por qué en 2015 la misma organización con los mismos integrantes, con comunidad de propósito logró la victoria en las elecciones parlamentarias y en 2016 -lleno de grandes expectativas- no se pudo lograr avances en el proceso de cambios». A su juicio eso tiene que ser discutido y abordado con sentido autocrítico y con mucha humildad.
Sobre las liberaciones del dirigente de Un Nuevo Tiempo, Manuel Rosales, y otros seis opositores, que ocurrieron la madrugada de este sábado 31 de diciembre, dijo que «esos compatriotas nunca han debido estar presos». Agregó que ninguno ha cometido un delito. «Ni ellos ni los otros 126 presos políticos que están privados de libertad», agregó.
Dijo que si se aplica estrictamente el Código Penal a los presos políticos, al menos la mitad -alrededor de 70- sale en libertad automáticamente, «porque han pasado más de dos años presos y no han pisado la sala de un tribunal o nunca han tenido una audiencia preliminar». Con respecto a los que sí están procesados, dijo que tienen el derecho constitucional de ser juzgados en libertad.
Afirmó que la libertad de un preso político es un gesto positivo en el camino a desmantelar la confrontación y reconstruir la convivencia. «Eso es un fundamental y hay que saludar ese tipo de conductas y hay que aislar y segregar a todo aquel que quiera seguir en el camino de la persecución y el terrorismo de Estado», concluyó.
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