En 2023, la flexibilización de las sanciones por parte de la Casa Blanca respecto a la industria petrolera venezolana revitalizó el flujo de crudo hacia Estados Unidos y Europa.
Con un promedio diario de 132.750 barriles, Venezuela recuperó su posición en el mercado petrolero internacional.
Este renacimiento se atribuye a diversos factores, incluida la recuperación de la demanda global de petróleo y el interés renovado de algunas empresas extranjeras en el crudo venezolano. Sin embargo, el cambio más significativo fue la flexibilización de las sanciones estadounidenses.
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Estas sanciones habían impactado severamente la economía venezolana, al limitar las exportaciones de su principal recurso, el petróleo, y restringir su acceso al mercado estadounidense, el más grande para el crudo venezolano.
La flexibilización permitió un incremento en la producción de crudo venezolano, alcanzando un promedio de aproximadamente 783.000 barriles por día, un aumento del 10% con respecto a 2022, según la OPEP.
Durante diciembre de 2023, Venezuela exportó cerca de 161.000 barriles por día, lo que la posicionó como el sexto exportador de petróleo más importante para Estados Unidos en ese mes. Sin embargo, estas cifras quedaron por debajo de las exportaciones de países como Colombia y Brasil.
Aunque el renacimiento petrolero ha sido positivo para Venezuela, su futuro está en duda debido a las amenazas de Estados Unidos de volver a imponer sanciones.
La estabilidad del mercado petrolero venezolano continúa siendo una incógnita en los meses venideros.
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