La Universidad Santa María (USM) fue la primera universidad privada que surgió en Venezuela y lo hizo con osadía para su época: fue fundada por una mujer, Lola Rodríguez de Fuenmayor, en plena dictadura perezjimenista, el 13 de octubre de 1953. Siete décadas después se enorgullece de ser la institución que mayor acceso a la educación superior ha brindado a los jóvenes venezolanos y la de mayor cobertura en el país, con calidad educativa aplicada a la vida real.
Con Lola Rodríguez, una mujer visionaria, se inicia la historia de la USM que luego toma el rumbo de la expansión cuando es adquirida por el empresario Umberto Petricca. Es así como se establece en 4 puntos del país: dos sedes en Caracas (El Paraíso y La Florencia), una en Amazonas, otra en Barinas y otra en Barcelona.
Hablamos de acceso a la educación privada universitaria porque brindamos ayuda económica con recursos propios al 15% del estudiantado. En cuanto a la calidad de nuestra educación, buscamos profesionales prestados a la docencia para que nuestros estudiantes aprendan desde la vida real para la vida real”, destacaGiselle Petricca, Vicerrectora Administrativa de la USM.
Como parte de la celebración de sus siete décadas, el 29 de noviembre la Universidad Santa María homenajeó a su personal con reconocimientos por años de servicio, y proyectó un documental producido por Cinesa, que resume la historia y los logros más importantes de la casa de estudios. Con el testimonio de docentes, autoridades y estudiantes, se muestra el recorrido de los últimos 70 años, destacando la velocidad con la que rápidamente se llenaron las aulas de la primera sede en El Paraíso, lo que dio pie a la construcción y expansión de las nuevas infraestructuras.
Educación, salud y empleo también en el interior
Llevar la educación universitaria a todo el país ha sido un compromiso permanente que ha beneficiado a las comunidades de las regiones donde se encuentran. Con Odontología como parte de su oferta académica, las jornadas de salud y las prácticas profesionales de sus estudiantes han trascendido las ciudades donde se ubican sus sedes.
“Brindamos atención odontológica en tierra firme, en territorio insular, en zonas vulnerables, en instalaciones militares, penitenciarias y hasta en el corazón de la selva. Y hemos generado empleos directos e indirectos en ciudades del interior, no solo en el ámbito docente sino también en seguridad, administración y suministros, por nombrar algunos”, agrega Petricca.
De sus estudiantes también han emergido iniciativas de apoyo en salud. La organización Cruz Azul, conformada por voluntarios de la USM, asiste a comunidades vulnerables en todo el país llevando jornadas médicas y odontológicas sin costo para sus habitantes.
La universidad seguirá creciendo también en oferta académica. Pronto se abrirán nuevas maestrías: Vías y Estructuras, en Ingeniería Civil; magíster en Historia de la Arquitectura y en Diseño Urbano, en la facultad de Arquitectura. Vuelve el Doctorado en Derecho Constitucional y se publicarán nuevos posgrados en Odontología.
“Estos son apenas los primeros 70 años de nuestra Alma Mater. Ahora, como una Institución madura, iniciamos el abordaje de la educación desde una mirada multidimensional, que buscará iluminar el camino de sus exitosísimos profesionales, para convertirlos en los mejores seres humanos posible”, puntualiza Petricca.
Nota de prensa
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