Denuncian: En Los Magallanes De Catia, donde nacieron los navegantes, desaparecieron los estadios de béisbol

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“Los Magallanes de Catia se llama así por el equipo Navegantes del Magallanes, extraño caso de toponimia determinado por un club deportivo… Mari Montes @porlagoma”. El comentarista de Beisbol Juan Vene cuenta la historia “El 26 de octubre de 1917 se reunieron varios jóvenes de un sector de Catia, Caracas, con el portugués dueño de una bodega, Antonio Benítez Abedanck, para organizar un equipo, Benítez decidió que lo llamarían Magallanes, en memoria del navegante nativo de Portugal, Fernando de Magallanes. Cómo entrenaban y jugaban en un terreno de cierta área de Catia, comenzaron a decir: “Por ahí, por donde juegan los Magallanes”. Y pronto solo decían “en los Magallanes de Catia”. Así es como se ha conocido por más de un siglo el popular barrio, pero ahora donde nació el equipo de los navegantes de los Magallanes ya no quedan ni áreas verdes, ni espacios, campos para la recreación y jugar al béisbol.

Los Magallanes de Catia, cómo la mayoría de los barrios en la ciudad capital no escapan del diagnóstico que efectuará la arquitecto Elisa Silva en su publicación “48 años de asentamientos informales en Caracas” (29/06/2016) “Los hallazgos revelan que actualmente la mitad de la población capitalina vive en asentamientos informales, aunque en términos de territorio representan una cuarta parte de la huella urbana. El proceso de urbanización en los barrios ha sido dos veces mayor a la de los segmentos formales: entre 1966 y 2014 se cuadriplicó el área de los barrios de 13,5 km2 a 43,3 km2, mientras que en las áreas urbanas formales sólo se duplicó de 63,7 km2 a 135,7 km2”.

La arquitecta venezolana Elisa Silva comparte los principales resultados de CABA: Cartografía de los barrios de Caracas 1966-2014 de Enlace Arquitectura  “las condiciones físicas de los barrios no son sustentables y tienen profundas implicaciones en la inequidad urbana que motiva el descontento social, una productividad minimizada y el empeoramiento de la calidad de vida no solo para los habitantes de los barrios sino para todos los ciudadanos”.

Ya desde el año 1917, Los Magallanes de Catia (La Parroquia Sucre), tenía un crecimiento informal, fundamentado por una economía en crecimiento que, se amplificaron con el desarrollo con altibajos de la industria petrolera, al margen de cualquier intento de racionalización urbana, ante la indiferencia y en cierta medida la complicidad oficial el barrio se expandirá y cuando se acabará el espacio horizontal comenzaría el anárquico desarrollo vertical, la construcción del hospital de Magallanes (José Gregorio Hernández), estaría en función de intentar proporcionar un sistema de salud que atendiera las necesidades del crecimiento exponencial de la zona oeste de la capital.

En los Magallanes de Catia aún subsiste, desde los años 1960, “Los RecogeLocos”, la línea de autobuses Mercedes Benz “Magallanes-Chacaíto, los obreros (mano de obra) del oeste de ciudad se asentaron en los barrios de Catia y propiciarán el crecimiento ordenado (construcción) de algunas zonas de la ciudad y su desarrollo industrial,  el volumen de la creciente movilidad explica la construcción del sistema metro de Caracas (La 1era Línea arrancaría en el año 1983 desde Propatria hasta Chacaíto y se planificó igualmente la línea 6, que saldría desde los Magallanes hasta la zona del Marqués y la California, pero que el gobierno de Hugo Chávez, desestimará), pero  aun así existen varias líneas de mototaxis, taxis, Jepps y de busetas, lo cual indica su pujanza social y económica.

Ilegal y violando todas las normas construyeron sobre mi vivienda 5 pisos más y ahora mi casa está a punto de colapsar. Luisa Herrera.

Luisa Herrera tiene más de 50 años, con su familia viviendo en los Magallanes de Catia, a la muerte de sus padres ella y sus hermanos heredaron la casa construido por ellos en la calle Ucrania (toponimia que implica el origen de muchos de sus habitantes que huyendo de la Europa en la 2da guerra mundial se asentaron en varias zonas de Catia, los Magallanes y Altavista, donde existen calles con los nombres de su lugar de origen), cuenta que con motivo de la profundización de la crisis económica (2014-2021), se trasladó a Colombia, buscando mejores alternativas económicas, allí la agarro la pandemia (Covid19) que, le impidió regresar y cuando lo hace encuentra que sobre su vivienda se construyó ilegalmente, un edificio de cinco pisos más.

Por supuesto, detalla Luisa Herrera, el sobre peso y la baja calidad de la construcción lesionaron seriamente la estructura original de la casa paterna, resquebrajamiento de paredes, filtraciones y puertas y ventanas con dificultades para abrir y cerrar, lo cual acrecentaría la angustia de sus habitantes ante la comprensión de los daños estructurales que (tal desarrollo vertical arbitrario) está ocasionando. En consecuencia, iniciaría el peregrinar que hiciera posible resolver la situación, denuncias, visitas ante los consejos comunales, la policía comunal, los bomberos, ingeniería municipal (control urbano de la Alcaldía de Caracas), le generarían problemas, pero que le permitirían encontrar soluciones a la situación que los aqueja.

Destacó Luisa Herrera que los “Ingenieros Populares”, resolvieron los problemas de inestabilidad de la construcción habilitando una especie de pie de amigo, para así intentar paliar las debilidades estructurales de la ilegal construcción que, por supuesto tanto el cuerpo de bomberos cómo ingeniería municipal consideran que era peor el remedio que la enfermedad y ordenarán la parálisis de las obras, cosa que por supuesto no ocurrió y por supuesto recomendarían la demolición de la misma.

La Capital de la república se convertiría en la gran burbuja y por supuesto los planes de vivienda impulsados por el gobierno nacional no resolvieron los problemas de asentamiento de la población urbana en la región capital, al contrario lo multiplicaría, lo cual explica el creciente y anárquico desarrollo vertical que presentan la mayoría de los barrios y en especial los Magallanes de Catia, aquí no cabe una alfiler, una vivienda más, sentenció luisa Herrera y lo que se está haciendo, contraviniendo toda lógica de construcción, ingeniería y urbanismo, lo que está generando es la multiplicación de los problemas en el barrio.

Concluyó Luisa Herrera haciendo un exhorto a vecinos, funcionarios a resolver de manera urgente su caso, el cual es similar a muchísimas construcciones de su tipo en la ciudad capital para que se activen racional e institucionalmente a resolver los problemas que están generando el crecimiento vertical anárquica en los barrios de Catia y que, específicamente en su caso apliquen los establecido en las ordenanzas municipales y en las leyes de la república y procedan a demoler, para salvaguardar la vida y las propiedades de las familias adyacentes, al igual que la de ella y su familia.

Nota de prensa

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