Motivado a la falta de respuestas por parte del Gobierno Nacional sobre las exigencias que realizan los ciudadanos, este 2023 ha arrancado con una gran ola de protestas y es que con tan sólo 18 días el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó que más de 400 manifestaciones se han presentando en el país, siendo las principales exigencias los derechos laborales, derecho a la manifestación pacífica, gasolina y agua.
En el caso específico de Barquisimeto, según los registros que lleva LA PRENSA, se han registrado 19 manifestaciones desde el 09 de enero, de las cuales 14 habrían sido por protagonistas del gremio de la educación, dos serían de salud, una de obreros, una por agua y una por temas religiosos.
Los educadores han decidido salir a las calles para exigir la firma de la tercera contratación colectiva y el rescate de todos sus beneficios, entre los que destacan el HCM y servicio funerario. Los docentes destacan que por mucho tiempo estuvieron “apagados”, porque podían medianamente resolver, pero ante la crisis económica que cada vez se acentúa más en el país y que los ha dejado empobrecidos, se han visto en la necesidad de salir a la calle, pues aseguran que de “vocación no se come”.
“Lo que le estamos exigiendo al presidente es un salario justo, porque con vocación no comemos, tenemos que alimentar a nuestros hijos, hacemos de tripas corazón para suplir las necesidades, haciendo lo que no nos corresponde, en mi caso trabajo dando tareas dirigidas para poder percibir algunos ingresos”, dijo Karina García, docente que ha estado en las manifestaciones.
En el caso del gremio de la salud, la lucha sería muy similar a la de los educadores, entre sus exigencias destaca el tener salario suficiente para cubrir sus necesidades y además mostrar el rechazo al deterioro en el que ha sido sometido el sistema de salud.
“Ningún trabajador público ni ningún empleado escapa de las condiciones que están viviendo los docentes, porque el personal del sector salud tiene un salario que no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas y si sumamos que tienen que laborar sin insumos ni materiales en los hospitales y demás centros de salud, como están actualmente, hay que hacernos sentir”, aseguró la doctora Deyanira Gentile, miembro de la directiva del Colegio de Médicos.
A estas manifestaciones no sólo ha acudido personal docente y de salud, sino también se han unido otros gremios de la clase trabajadora, aseguran que ninguno escapa de la realidad de “pobreza” a la que han sido sometidos con salarios que rondan entre los 7 y 15 dólares mensuales para aquellos que tienen un mayor nivel de formación.
Social y no política
La sociólogo, Yonaide Sánchez, señala que desde el año 2020 la protesta social está tomando el lugar protagónico y que la protesta política ha sido desplazada por la falta de confianza.
“La gente sigue dispuesta a denunciar y tratar de influir sobre todas aquellas carencias que los están afectando, la protesta social ha desplazado a la protesta política que se vieron en 2019”, dijo.
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Destacó que la corrupción y la falta de respuestas ha llevado a que los ciudadanos se “cansen” de esperar y vean como medida de presión realizar manifestaciones en las calles.
“Se ha dicho que se proteste en contra de las sanciones, pero hay un tema de manipulación, porque vemos que el Gobierno puede traer unas cosas desde afuera, pero no se cubren las necesidades de la población”, finalizó.
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