Hace ocho años, Venezuela vivía uno de los momentos de mayor incertidumbre en la historia reciente. La muerte de Hugo Chávez era previsible por los reportes de su salud y el hermetismo del régimen con respecto a su estado físico, pero aquel 5 de marzo de 2013 la noticia sorprendió a todo un país.
Eran las 4:25 pm cuando una cadena nacional interrumpió la programación de la radio y la televisión. La imagen de Nicolás Maduro, vicepresidente de la república para ese entonces, junto con altos funcionarios ya era un presagio de lo que se venía.
«Ha muerto el comandante Chávez», expresó entre lágrimas Maduro. Inmediatamente el silencio y la incertidumbre se apoderó de las calles, mientras otros ciudadanos se agolpaban en los establecimientos para realizar comprar nerviosas formando largas colas, un pequeño adelanto de lo que vendría años después con la escasez de alimentos.
Desde ese entonces, muchas cosas han cambiado. La victoria electoral de Maduro con un resultado cerrado dio inicio a una nueva administración que comenzó a sentir las consecuencias de la política populista de Chávez. Los precios del petróleo bajaron y la economía de puerto que mantenía la ilusión de abundancia se fue al piso.
Así inició la escasez de productos básicos y las largas filas de ciudadanos en los mercados para poder conseguir lo que llegara en los anaqueles. El control de precios golpeaba la producción y la sobrevaloración del bolívar frente al dólar generó una hiperinflación nunca antes vista en Venezuela.
El descontento se hizo presente y los barrios, donde el chavismo arrasaba en cada comicio, comenzaban a sentir los estragos socio-económicos.
Llegaban las protestas de 2014 y 2017 y con ellas también el lado más cruel del gobierno. Comenzaba a usarse el término «dictadura» tras la represión contra jóvenes que manifestaban por el racionamiento. Desde entonces, la dinámica diaria en la política era de persecusión pues la figura de Chávez ya no estaba para controlar los ánimos.
Paralelamente, la económía seguía en debacle y la crisis humanitaria se hacía presente por la escasez de alimentos y medicinas. La oposición logra conquistar la Asamblea Nacional en 2015 con una aplastante mayoría pero el chavismo se las ingenió para inhabilitarla a través de la Asamblea Constituyente y seguir gobernando.
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