El sector del turismo da por perdido al menos el 80% del negocio del año, una vez que la facturación de la Semana Santa, que suele representar en torno al 15%, ha caído a cero y que las previsiones para la campaña de verano, que suma en torno al 70% de la facturación, son poco halagüeñas. Se confía todo actualmente a la actividad derivada del turismo interior. Todas las ramas de actividad en el sector están en mínimos, con situaciones muy delicadas en las aerolíneas, los cruceros, los mayoristas, las agencias de viajes y hoteles, así como bares y restaurantes. En torno al 12% del PIB español está en juego.
La Asociación para la Excelencia Turística, Exceltur, manejaba un escenario central de pérdidas de unos 54.000 millones de euros para este año, considerando que la actividad pudiera empezar a recuperarse a mediados de junio, especialmente para el turismo interior, según explicó recientemente el vicepresidente ejecutivo, José Luis Zoreda. Pero la situación amenaza con prolongarse algo más de lo esperado.
Muchos agentes del sector dan prácticamente por perdida la campaña de verano, porque no se está contratando nada para esos meses y siguen produciéndose anulaciones de reservas, y creen que al menos hasta finales de año, para el puente de diciembre, no habrá actividad más o menos normalizada.
En el sector de las aerolíneas, la situación financiera es muy complicada y de hecho, varios gobiernos europeos -Francia, Alemania y Holanda y Reino Unido, entre otros- han anunciado medidas de apoyo a las compañías nacionales. En España por el momento el Gobierno no ha avanzado ningún plan para Iberia -que forma parte del conglomerado hispano-britanico IAG- ni para otras empresas como Air Europa, de la que IAG anunció en noviembre la compra por 1.000 millones de euros.
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Los turoperadores que trabajan con otros países serán los últimos en remontar y dependerán de cómo se produzcan las apertura de fronteras, explicó a EFE Alberto Díaz, consejero delegado de la mayorista Mapa Group, que advierte de que «las pocas ventas» que tienen son para a partir de octubre.
En el caso de las agencias de viajes minoristas, el riesgo es que los costes de personal y de alquileres, que en algunos casos representan mas del 70% del negocio, les impidan volver a abrir la persiana una vez se normalice la situación, cuando además deberán «vivir» de las ventas de reservas en hoteles de playa que es la parte del negocio que menos valor añadido aporta.La evolución del empleo en el turismo -que da trabajo directamente a 2,6 millones de personas- es otra de las grandes incógnitas del sector, en el que actualmente hay en torno a 800.000 personas sometidas a expedientes de regulación temporal de empleo (erte).
El sector coincide en que mensajes como el de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, que desaconsejó hacer planes para el verano, u otros lanzados desde el Gobierno como el establecimiento de distancias en las playas, no ayudan.
El impacto será mucho mayor en comunidades netamente turísticas, como es el caso de las islas Canarias, donde un 35% de su economía dependen directamente del turismo, casi el triple que en la media nacional, y que había empezado a levantar cabeza tras la caída de Thomas Cook. En el 2019 entraron en España 83,7 millones de turistas que gastaron 92.278 millones de euros. El turismo es el primer sector de la economía española, ya que representa el 12,3 % del PIB, equivalente a 148.000 millones de euros.
Con información de EFE / Tomado de El Periódico
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