El barbero “de calle” venezolano, un oficio reanimado por la crisis

La crisis económica que vive el país causó que este negocio improvisado ganara auge

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Es una barbería. Pero, a la vez, no lo es. Un espejo rectangular guinda de una pared de bloques rojos de cemento, agrietados.

El sitio está a las afueras de una casa modesta en el sector El Relleno, una de las zonas más empobrecidas de Maracaibo, en el occidente de Venezuela.

Debajo de él, reposan sobre la mesa azul de plástico unas tijeras, cepillos varios, un aspersor de agua, un talco, una toalla y un secador de pelo.

Carros circulan a toda velocidad por la avenida Milagro Norte, a solo cinco metros de la acera donde Juan Medina, de 28 años, instaló hace ocho meses su peluquería de calle bajo un tarantín de techo de zinc.

El hombre refuerza con un destornillador los peines de su máquina de cortar cabello antes de rondar, con ella encendida, la silla de metal y madera donde uno de sus clientes permanece inmóvil.

Una loneta de tela gris derruida impide que el sol incandescente de las 10:30 de la mañana aterrice de pleno sobre el barbero y su clientela.

Minucioso, Juan está punto de terminar el corte. Es el primero de muchos.

“En todos los aspectos, estoy mejor que en una barbería regular”, dice.

El barbero cobra un dólar (20.000 bolívares) en efectivo por cada corte. En promedio, atiende entre 110 y 120 clientes a la semana.

La barbería popular o “de calle” está lejos de ser un fenómeno nuevo en Venezuela. Durante décadas han existido estilistas que ofrecen sus servicios en plazas, comunidades de bajos recursos o lugares transitados.

Pero los últimos tiempos, empinados por la crisis, han dado nuevos matices y bríos al oficio.

“Aquí, la gente viene por la economía, por el precio. En una barbería, un corte puede salir en cinco dólares y aquí solo pagan un dólar”, explica Juan.

Juan integra una docena de barberos de acera de los sectores El Relleno, San Jacinto, Teotiste de Gallego y “18 de Octubre”. Es un radio de apenas 15 cuadras. En una misma avenida, pueden coincidir hasta cuatro.

Años atrás, no había tanta competencia en el estilismo de calle en el norte marabino. Es cada vez más común ver a barberos laborando en las calles y plazas de grandes ciudades de Venezuela, como Maracaibo y Caracas.

Le va mejor que cuando trabajaba en una barbería tradicional en un centro comercial de la ciudad.

“Cubro todas las necesidades de mi casa trabajando de lunes a lunes por 12 horas todos los días”, cuenta Juan, padre de dos niñas.

Con información de La Voz de América.

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