Tras el apagón que padeció Venezuela el pasado 7 de marzo, el gobierno de Nicolás Maduro prendió las alarmas, destituyó al ministro de energía eléctrica Motta Domínguez para reparar la operatividad de Corpoelec.
Sin embargo, los informes de la Comisión Nacional Eléctrica del Colegio de Ingenieros de Venezuela registraron 15 mil fallas en el servicio desde marzo.
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Una interrupción nacional no debe sobrepasar las dos horas, ya que en ese tiempo debe ser corregida la falla eléctrica. Si resulta imposible y se prolonga por cinco horas, inevitablemente, debe solicitarse ayuda internacional. Esto es lo que ocurrió hace poco cuando hubo una situación de esa naturaleza en Argentina, Uruguay y Brasil, reseñó El Impulso.
No obstante, en Venezuela no se ha procedido con el referido protocolo y las interrupciones del servicio eléctrico exceden las 15 horas.
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Los repuestos que se requieren están en Alemania, Suiza, España y Estados Unidos, naciones con tensiones diplomáticas con la administración de Nicolás Maduro, quien ostenta un régimen en bancarrota. Cabe destacar que un buen número de los técnicos profesionales en el área han emigrado.
Venezuela requiere de 12 mil megavatios, y apenas genera 8 mil, de los cuales 5 mil corresponden a El Guri y los otros 3000 a plantas termoeléctricas. Faltan 4 mil megavatios diariamente, motivo por el cual se producen las interrupciones del servicio.
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