Las bombonas de gas doméstico o comunal no son un lujo sino una necesidad para la población de menores recursos que no cuenta el de forma directa.
Sin embargo, los repartidores del butano se aprovechan de esta situación para pedir por cada bombona Bs.S 3.000,00 lo que no se puede pagar con un salario mínimo de Bs.S 1.800,00, es decir se debe trabajar dos meses para comprar el cilindro.
Sin contar que por la recarga cobran Bs.S 50,00 cuando en otras zonas de la ciudad capital el precio es de Bs.S 10,00.
Además de las colas que deben hacer los consumidores que se inician desde las 3 de la mañana a la espera que el distribuidor llegue a las 5 de la mañana con el riesgo dela inseguridad que aumenta cada día en Caracas.
Mientras sigue la falta de logística por parte del Ejecutivo Nacional responden a través de una nota de prensa de Pdvsa Gas Comunal asegura que garantizará estabilización del servicio de GLP en los próximos días.
Afirman que se activó una estrategia para normalizar y estabilizar el servicio de gas doméstico envasado en cilindros a los hogares de todo el país.
«Reconocieron el esfuerzo y compromiso de la clase obrera petrolera que conjuntamente con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Poder Popular organizado y autoridades locales de todo el país han logrado establecer un nuevo modelo de gestión de la distribución del GLP que permite la articulación perfecta entre los usuarios y las instituciones para el buen vivir».
Sin embargo, en lo que va de año ha habido 317 protestas por gas, según El Termómetro de la Calle
Estos reclamos fueron la sexta causa de manifestaciones en todo el país
