El tradicional queso duro en la mesa de los venezolanos pasó de ser una tradición a un dolor de cabeza motivado a el ritmo en que aumenta su precio en los principales supermercados y mercados populares, motivando que poco a poco desaparezca de la dieta.
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En un recorrido llevado a cabo por el equipo de Descifrado se pudo constatar el kilo en los mercados populares de la capital ronda entre los 340 Bs. y los 500 Bs, mientras que en los automercados ronda entre los 615 Bs y los 645 Bs en presentaciones de búfala.
Para la señora Aura Méndez es imposible comer queso varias veces al mes porque se escapa completamente de su presupuesto. «Si cada semana compro queso entonces no podría acceder a ningún otro producto porque siempre que vengo al mercado tiene un precio nuevo. Yo gano salario mínimo y ese no me lo aumentan semanalmente. Esto es muy frustrante», declaró.
Según la información recogida en los establecimientos y con los clientes el promedio de aumento semanal de este rubro estaría por orden del 100 %.
El gobierno insiste en fomentar controles de precios como una estrategia para evitar esos ajustes, que lejos de solucionar la situación ha empobrecido la capacidad de compra de la población.
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