Indignantes y vergonzosas califican nuevas tablas salariales de profesores de la USB

"Irracionalidad y el desprecio" priva cuando son establecidos sueldos entre 34.965.677 y 50.451.872 bolívares para profesores a dedicación exclusiva

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“Hoy se conocieron en el Consejo Directivo de la Universidad Simón Bolívar las nuevas tablas de sueldos para profesores, empleados y obreros al mes de julio. Resultó lo que esperábamos: la más absoluta falta de consciencia por parte del gobierno hacia las ingentes necesidades de los universitarios. Las tablas son indignantes, vergonzosas y obligan a vaticinar la profundización inmediata del conflicto universitario, en el marco del incremento de la conflictividad social en el país. Con su aprobación se insiste en la conculcación de los derechos laborales en Venezuela. Si con esa miseria de sueldos, desde el ministerio pretenden acallar la insatisfacción y molestia de los universitarios, francamente están más equivocados de lo que pudiera pensarse”, indicó hoy el profesor William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la USB (APUSB).

Alertó Anseume que “las tablas se discutieron en la nocturnidad más aberrante y resultaron bochornosas en todos sus aspectos. Se llegaron a ellas ignorando a todos los sectores inconformes con las políticas mediante las cuales el oficialismo, más que atender, desatiende al sector universitario. En las supuestas discusiones no estuvo la FAPUV ni los demás gremios y sindicatos que no estamos ni nos sentimos representados por la entreguista acción de ese ente misterioso denominado FTUV. Esa discusión, de la cual se jactan los gremios fantoches e ilegítimos, está al margen de lo que indica la Organización Internacional del Trabajo y debería ser una amplia y acertada discusión tripartita: gobierno, trabajadores, empresarios (o, en este caso, patronos, autoridades). Esto convierte el resultado, mostrado en las nuevas tablas de la desvergüenza, en una arbitraria imposición autoritaria sobre los universitarios, lo cual estamos en la obligación y compromiso de rechazar de plano. Imponerles esos sueldos a los universitarios es un acto de crueldad absoluta”.

Por su parte, el Secretario General de la APUSB, profesor Luis Buttó, agregó: “En la elaboración de estas nuevas tablas de sueldos para los universitarios el gobierno ha sido profundamente irresponsable, desconsiderado y falaz. Ni siquiera se tomó la decencia de recordar que los Derechos Laborales son Derechos Humanos. Para el gobierno no existe la importantísima diferenciación que hace la OIT entre trabajo decente y trabajo precario. A esta última categorización nos ha conducido a los profesores universitarios el gobierno de manera inmisericorde, al igual que a empleados y obreros que con nosotros mantienen con vida la universidad. Recalco: el Derecho al trabajo digno es un Derecho Humano insoslayable destinado a garantizar otros Derechos Básicos: alimentación, vestimenta, salud, transporte, educación, recreación. Además, es intolerable que se ignore el artículo 91 de la Constitución Nacional, donde taxativamente se establece que el salario mínimo debe estipularse en función de la canasta básica, y a partir de allí, como es lógico, estructurar las tablas derivadas. Nada de esto, que es ley, se tomó en cuenta al aprobar estas nuevas tablas de sueldos para los universitarios. Estas tablas son sencillamente infames porque están completamente disociadas de la realidad económica y social venezolana”.

Agregó Buttó: “A partir del 1 de julio, los sueldos de los profesores universitarios seguirán mostrando la irracionalidad y el desprecio con que son establecidos. Un profesor Asistente a Dedicación Exclusiva ganará, y aclaro ‘ganará’ ya que aún no se hacen efectivos dichos pagos por los trámites asociados y porque el dinero para cancelarlo todavía no ha ingresado a la universidad, apenas 34.965.677 bolívares, mientras que un Profesor Titular a Dedicación Exclusiva devengará 50.451.872 bolívares. El irrespeto por la trayectoria académica es imposible de ocultar. No se requiere ser un genio de las finanzas para apreciar la distancia que media entre esos sueldos y la posibilidad real de satisfacer la elemental necesidad de alimentación. Hay que decirlo con todas las letras del abecedario: esos sueldos no alcanzan ni para comer. Son sueldos de hambre. A los universitarios se nos condena prácticamente a la indigencia. Hoy en día, no hay universitario que pueda proteger a su familia. Por estas razones, expresamos nuestro más profundo rechazo a las tablas de sueldos presentadas y denunciamos el desconsiderado tratamiento que el gobierno da a los universitarios. Reiteramos nuestro llamado a la sociedad venezolana, especialmente a los trabajadores, a aunar esfuerzos en procura de enfrentar el empobrecimiento generalizado de los venezolanos. No pueden dejarnos solos a profesores, a enfermeros, que aislados pero decididos reclamamos nuestros Derechos. Todo el país trabajador debe decir, sin miedo, y con una sola voz: ¡Ya basta!”.