VENEZOLANOS ¿reclaman solución de lo económico antes que lo político?

0
3293

Comienza la tercera semana de junio y hay tantas preguntas por hacernos y tan pocas respuestas disponibles.

Lucho contra la desesperanza pero es difícil infundir ánimo en el estrecho margen actual para el optimismo financiero.

Mejor comenzamos con las cifras. Este fin de semana me llamó la atención la más reciente encuesta de Hinterlaces que señala que el 59% de los consultados prefiere que el problema económico lo resuelva Nicolás Maduro y no un gobierno dirigido por la oposición.

¿Por qué alguien pudiera pensar esto?

Cuando la raíz de las carencias que vivimos está en el modelo que se empeñó en imponer Hugo Chávez y Maduro en perpetuar.

¿Qué falta por explicar?¿Dónde está la desconexión? ¿En cuál neurona se perdió la capacidad de sinapsis?

Cuando el Presidente Maduro insiste en continuar por la senda de los controles y regulaciones es difícil pensar que con él habrá algún cambio económico importante que alivie la situación del país.

Claro si el Jefe de Estado decidiera flexibilizar la política económica, buscar acuerdos con las empresas que quedan operando, aceptar la ayuda humanitaria, sí puedo creer que sea posible un cambio con el actual gobierno.

¿Que si la gente prefiere a Maduro o a la posición para hacer los cambios que se necesitan? no sé, a estas alturas creo que la población quiere son los ajustes urgentemente independientemente de quien los haga. Francamente.

La Venezuela de esta tercera semana de junio, refleja la preocupación de las empresas por el abandono del trabajo de los empleados quienes ya ni siquiera ponen la renuncia, solo se van, abandonan sus posiciones.

La Venezuela de esta tercera quincena de junio, te dice que casi ningún trabajo remunerado en bolívares es rentable, la gente sale a trabajar y pierde dinero.

La gente en la Venezuela de hoy que sigue asistiendo a sus empleos formales lo hace por costumbre, por fidelidad o simplemente por tener la mente entretenida en algo más allá que en sus propios problemas, pues todos saben que deben hacer otras cosas para poder resolver el mercado. Mientras tanto otros esperan la transferencia que les mandan del exterior con mucho sacrificio la mayoría de las veces, pero que a la luz de la constante depreciación del bolívar, luce como la tabla de salvación.