El presidente Nicolás Maduro declaró personas no gratas al encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, Todd Robinson, y al jefe de la Sección Política de la embajada de ese país, Brian Naranjo. Les dio 48 horas para salir de Venezuela.
El mandatario aseguró tener pruebas de que los funcionarios norteamericanos están implicados en «una conspiración política, económica y militar». Dijo que él y el vicepresidente Tareck El Aissami presentarán próximamente pruebas al respecto.
También acusó a Robinson de «presionar a dirigentes opositores para que no fueran candidatos en las elecciones presidenciales».
Esta medida se toma 24 horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmara una orden ejecutiva que restringe el acceso del Gobierno nacional y de Pdvsa a financiamiento externo. Maduro repudió estas sanciones y aseguró que «producen sufrimiento al pueblo venezolano». Reiteró que aún espera poder dialogar con Estados Unidos.
Maduro pidió, «en aras de la reconciliación nacional», que la comisión para la verdad de la llamada «Asamblea Nacional Constituyente» evalúe la posibilidad de otorgar «beneficios a opositores que hayan cometido errores».
