Ayer la ministra de Turismo, Marleny Conteras, anunció el pasado sábado con bombos y platillos la reanudación de actividades del Sistema Teleférico de Mérida Mukumbarí, luego de un «mantenimiento integral programado y desplegado en tiempo récord», según reseña Diario de los Andes.
Sin embargo, la nota del medio regional señala que en el proceso participó la empresa austriaca Doppelmayr, que tuvo un rol protagónico en el largo y varias veces demorado proceso de remodelación del sistema. Una investigación de Runrunes publicada en 2016 reveló un informe de la Contraloría General de la República que detectó presuntas irregularidades en los contratos entre el Estado y la compañía.
Específicamente, se halló que originalmente la obra estaba cubierta por dos contratos entre el Ministerio de Turismo, Venezolana de Teleféricos C.A. y Doppelmayr. Pero al final se firmaron 12 contratos por conceptos similares que abultaron 85% los costos.
El teleférico fue cerrado en 2008 por el Ejecutivo nacional para remodelarlo. La promesa inicial era que estaría listo en 2012. Luego la entrega fue pospuesta a 2014. No fue sino hasta mediados del año pasado que el sistema volvió a operar.
