El Nacional: Quitarán beneficios a quienes sean críticos de Maduro luego del 20-M

Somos Venezuela y los CLAP, mediante la creación de mesas técnicas, buscan restarles competencias a los consejos comunales y aumentar el control social, denunció una fuente

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En marzo pasado, a pocos días de las elecciones presidenciales y de consejos legislativos, el PSUV anunció la creación de la Red de Articulación y Acción Sociopolítica, a la que definió como “un nuevo modelo de unidad superior para la defensa de la nación”. Representantes de ONG y de consejos comunales advierten que la intención no es enfrentar las amenazas de recolonización de Estados Unidos, como pretende hacer creer el gobierno, sino identificar al “enemigo interno” y profundizar el control social.

En el portal web del PSUV se especifica que a través de las unidades de batalla Bolívar Chávez, los dirigentes sociales deben desarrollar una estrategia de comunicación política que incluya “la identificación clara del enemigo histórico, el fortalecimiento de la unidad para derrotarlo y la voluntad máxima de lucha en su contra”. según reseña un trabajo publicado en El Nacional.

“Maduro quiere convertir al líder de la comunidad en un sapo para reprimir a sus propios vecinos en la defensa de sus derechos. Se enfrentarán, sí, pero al que reclame por servicios públicos y alce su voz”, alertó Rafael Uzcátegui, coordinador de Provea.

Acceso a la Justicia aseveró que se trata de una nueva arma política que utilizará el Ejecutivo para obtener votos. “Es una acción desmedida que realizarán los simpatizantes del PSUV, en forma de vigilantes o espías al interior de sus comunidades, para amenazar a todo aquel que se oponga a los intereses del régimen chavista madurista”, dijo.

Estas opiniones fueron respaldadas por el integrante de un consejo comunal en el oeste de Caracas, que prefirió no dar su nombre. Indicó que esta red surgió de reuniones entre representantes de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción y de la plataforma Somos Venezuela, creada por el gobierno con fines electorales. El propósito, añadió la fuente, es detectar quiénes se oponen y quiénes apoyan a Nicolás Maduro, ante la inminencia de los comicios del 20 de mayo.

Para materializar la propuesta, el Estado Mayor de Caracas ordenó hace aproximadamente un mes a los comités de Luchas Populares realizar un censo en las comunidades, el cual fue acatado por los jefes territoriales y de calle. “El PSUV mandó a hacer un ‘casa por casa’ y preguntar la preferencia política. A la comunidad se le dijo que era para saber cuántos votos movilizaría el partido en las elecciones, pero la realidad es que la data servirá para acusar a la gente y quitarle las bolsas de comida. Había tres opciones en la planilla: voto duro, que son los resteados con Maduro; voto blando, que refleja a los no están seguros de sufragar, y voto opositor. Como los jefes de calle conocen su comunidad, pudieron precisar quiénes eran maduristas y quiénes no se identificaban con el proceso. Quieren obligarnos a ser espías”, narró el vocero comunal.

Una vez digitalizadas las planillas y remitidas al Estado Mayor, se revisaron con detalle para, a partir del 21 de mayo, comenzar a depurar la lista de las personas que reciben el CLAP. En una reunión con el concejal del PSUV, William Contreras, el jueves pasado, la orden fue “no tocar” los votos blandos ni los de quienes se oponen al gobierno sino hasta después de las elecciones, cuando negarán las bolsas de comida y otros beneficios del carnet de la patria a quienes se hayan manifestado en contra del gobierno.

 

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