Efectivo constituye solo 4,3% de la liquidez monetaria en medio de la hiperinflación

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El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) alertó que el comportamiento de la liquidez monetaria y el gasto público están detrás de la hiperinflación que está sufriendo Venezuela desde octubre de 2017 y que supera el 80% de aumento mensual de precios. A eso se añade que, mientras la cantidad de esa liquidez respaldada en efectivo se reduce drásticamente, lo que explica que Venezuela sea un caso atípico, donde la hiperinflación se sufre sin billetes y hacer cualquier pago de rutina se ha convertido en una «pesadilla».

«El respaldo en efectivo que posee actualmente la liquidez monetaria no permite enfrentar los altos precios del transporte, la compra de cosas cotidianas para alimentarse o el pago del estacionamiento de todos los días. La reducción de la proporción del efectivo se ha agravado en los últimos dos años, llegando a ser la mitad de lo que era hace diez años, como puede verse en el siguiente cuadro», expresó el último informe del Observatorio de Gasto Público de Cedice.

Estiman que el año pasado, cuando comenzó la hiperinflación, la liquidez monetaria se incrementó más del 500%. Entre los años 70, 80 y 90 del siglo XX el efectivo representó en promedio entre el 10% y 12% de la liquidez monetaria. En cambio, actualmente esa proporción asciende a solo 4,3% y se va reduciendo a tal punto que los billetes se ha convertido en objeto de comercialización por obra y gracia de la escasez, generando así mayor aún hiperinflación.

Cedice considera que la solución más apropiada sería incrementar la bancarización de la población y aumentar las transacciones digitales, pero recuerda que hay problemas con las plataformas de electricidad y de Internet que lo dificultan, además por falta de divisas hay déficit de puntos de venta y se obstaculiza la digitalización de la economía.

«Es decir, hay varias fuerzas que sumadas amenazan a convertir a Venezuela en un caso de hiperinflación récord: por un lado los controles de precios que provocan escasez, por el otro lado la expansión del gasto público con fines populistas que se financia con exceso de liquidez monetaria, y debemos sumar también la escasez de efectivo, que transformó a los billetes en objeto de compra y cuya velocidad de circulación en la economía es cada vez más acelerada, provocando presión al crecimiento de los precios. Ni siquiera se puede contar con los medios de pago electrónico, porque el colapso de los servicios eléctrico y de
telecomunicaciones impide aprovechar al menos esa liquidez electrónica», se leen el documento.

El Observatorio de Gasto Público insiste en que tratar de controlar los efectos de la pérdida de poder adquisitivo del venezolano con más controles de precios sobre las empresas y los aumentos constantes de sueldos y salarios agrava la situación de desequilibrio macroeconómico en Venezuela, «como si estuviesen tratando de apagar el fuego con gasolina». «La ineficiencia del Banco Central impide emitir el efectivo que el sistema necesita, por eso Venezuela es un caso raro de hiperinflación sin billetes, y la gente no entiende cómo es eso que los precios crecen porque el BCV imprime dinero», concluyen.