Servicios de diálisis están cerrados en cuatro hospitales

Falta de insumos, de mantenimiento y remodelaciones los tienen inoperativos.

0
2057
Cortesía

Las enfermedades renales avanzan más rápido que la respuesta del Estado. Cada año se suman en promedio mil personas que necesitan diálisis en Venezuela pero la oferta de servicios disminuye.

La actual crisis por la falta de insumos básicos que enfrentan unas 32 unidades de diálisis extrahospitalarias en todo el país se une a deudas antiguas que tiene el Ministerio de Salud con estos pacientes, según reseña un trabajo publicado por El Universal.

Cuatro servicios de hemodiálisis hospitalarios del Área Metropolitana se mantienen inoperativos en los centros de salud de El Algodonal, Los Magallanes de Catia, el hospital Vargas y el Militar.

María Yánez, quien estuvo al frente de esta unidad en El Algodonal, indicó que una falla en la planta de ósmosis mantiene paralizado el servicio que tenía cupo para dializar a 40 personas entre mañana y tarde.

La expresidenta de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas y médico nefrólogo recuerda que en el año 2012 esta área fue objeto de una remodelación que llevó a cabo el Ministerio de Salud en varios hospitales. «Se dotó de máquinas nuevas de alto flujo y de una planta de ósmosis pero por la falta de mantenimiento los equipos terminaron deteriorándose».

Algo similar ocurrió en el Hospital Vargas. Su unidad de hemodiálisis fue objeto de una remodelación en su estructura física y equipamiento en el año 2012 pero se encuentra inoperativa hace más de un año, denunció Marta Campos, residente de la parroquia San José.

En el hospital de Los Magallanes de Catia no se hace diálisis desde hace más de siete años por falta de insumos y de equipos, informó un médico que prefirió no ser identificado. En 2013 existía un proyecto diseñado para recuperar el servicio de hemodiálisis de este centro de salud, cerrado desde 2011. Raúl Carlini, quien en 2013 coordinaba el Programa de Salud Renal del Ministerio de Salud, declaró ese año que se estaba buscando financiamiento para reactivar esa unidad que aliviaría la demanda en esa zona, pero eso nunca ocurrió.

Actualmente el área de hemodiálisis del Hospital Militar se encuentra en remodelación, según la información publicada en las redes sociales: «avanza rehabilitación de la unidad de diálisis, mejorando espacios para la atención efectiva de pacientes». Familiares de los enfermos renales denuncian que en este centro solo hay diálisis para los parientes de militares.

«La realidad es trágica para quienes padecen esta dolencia crónica. En los hospitales, las unidades de diálisis están inoperativas o con fallas en su funcionamiento y en los servicios extrahospitalarios (entes privados que reciben insumos del IVSS) hay escasez de membranas o filtros, de líneas de conexión, soluciones fisiológicas, agujas de fístula y catéteres», explicó Yánez.

Los pacientes de la unidad de hemodiálisis Riverside en Chacao están sin tratamiento desde hace una semana. El servicio, según denunciaron los afectados, se encuentra sin filtros FX80 de alto flujo para dializar y están a la espera de que el IVSS envíe los insumos. La semana pasada también fue suspendida la diálisis en Madre Emilia, Montalbán y en el centro Jayor en San Martín por falta de insumos. La demanda de pacientes ha recaído sobre las unidades de los hospitales Pérez Carreño y Domingo Luciani.

Aunque el Ministerio de Salud estaba al tanto de los bajos inventarios fue apenas el martes cuando aprobó 12,3 millones de euros para la compra de materiales para diálisis, hemoderivados y reactivos. El viernes 2 de febrero, el ministro Luis López publicó en su cuenta Twitter que llegaron a Venezuela «más dializadores para garantizar a los pacientes sus procedimientos», pero según los afectados, estos insumos apenas alcanzan para cuatro días de terapia de sustitución renal.

Katherine Martínez, vocera de la ONG Prepara Familia, denunció que las deficiencias de insumos y tratamientos abarcan varios servicios del Hospital J.M. de los Ríos, incluido el departamento de Nefrología, donde en 2017 cinco niños murieron por complicaciones asociadas a la Klebsiella, una pseudomona que se alojó en los equipos de diálisis por el agua contaminada.