«El ministro de trabajo irrespeta a los trabajadores al asegurarles que devengan el salario más alto de América Latina»

0
2490

CaracasLeón Arismendi, abogado laboral, fijó posición sobre el reciente aumento salarial decretado por el presidente Nicolás Maduro. A continuación el texto original:

«El ministro de trabajo (Néstor Ovalles) irrespeta a los trabajadores al asegurarles que devengan el salario más alto de América Latina.

La irresponsable declaración del ministro solo se entiende si se calcula el salario mínimo recién aumentado, de Bs. 248.510, a las tasas oficiales de cambio, de Bs. 10, o de Bs 3.345 por dólar, que solo son accesibles para transacciones del gobierno o para enchufados, que aprovechan para amasar grandes fortunas. Pero en la vida real ese salario mínimo debe ser calculado a más de Bs. 100.000 por dólar, y en ese caso ya no vale sino $2,49 mensuales y es, desde luego, el más bajo del mundo.

Si al salario mínimo se le suman los Bs. 549.000 del cesta ticket, que no es salario, la nueva remuneración mínima mensual de los trabajadores, eufemísticamente llamada salario mínimo integral, es de Bs. 797.510, equivalente a ¡MENOS DE OCHO DÓLARES MENSUALES! Y cada día que pasa esa irrisoria suma pierde valor aceleradamente, por efecto de la hiperinflación.

Ésta es la triste realidad en la que viven los trabajadores como consecuencia de las fracasadas políticas del gobierno, aunque ahora el ministro pretenda tapar el sol con un dedo.

Sus ligeras afirmaciones dejan sin explicación que el denominado Cestaticket Socialista (Bs.18.300,00 diarios) no alcance ni para comprar un perro caliente y mucho menos para garantizar un aceptable régimen dietético al trabajador.

En ningún otro país de la región latinoamericana y del Caribe el salario mínimo es tan bajo, ni se ha distorsionado tanto el salario que una bonificación valga más del doble de aquel, ni se transgrede de modo tan flagrante el Convenio N 95 de la OIT, sobre la protección del salario.

Asuma su responsabilidad, ministro, y admita que vivimos un lamentable proceso de destrucción del trabajo como factor de progreso. Admita que los venezolanos se van a otros países porque el salario que perciben aquí no alcanza ni para comer completo, mientras los enchufados se enriquecen. No insista en dibujar un presunto paraíso porque las huellas del hambre y de la ruina nacional son demasiado evidentes. No siga irrespetando a los trabajadores con sus fantasías».

@Leonarismendi.