Venezuela celebra 153 años del nacimiento de José Gregorio Hernández

Las afecciones de salud interrumpieron su paso por el noviciado, pero aunque en dos oportunidades quiso hacerse religioso y no pudo conseguirlo, su fe se mantuvo inquebrantable

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El pueblo venezolano celebra este 26 de octubre los 153 años del nacimiento de José Gregorio Hernández Cisneros, «el médico de los pobres» como fuera llamado en vida este ilustre galeno que desdeñó la fama a la que estaba llamado para dedicarse a atender a los más necesitados.

Considerado como uno de los venezolanos más destacados de los últimos tiempos y recordado no sólo por sus valiosos aportes al campo de la medicina, sino también por su calidad humana y su dedicación para atender a los enfermos más necesitados, José Gregorio Hernández nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Sus padres fueron Benigna Hernández Manzaneda y José A. Cisneros M.

Estudió bachillerato en Caracas, e ingresó a la Universidad Central en 1884, donde obtiene el título de médico en 1888.

Gracias a una beca otorgada por el gobierno nacional, viaja a Europa para estudiar en París para estudiar microscopía, histología, bacteriología, patología y fisiología en París, donde también adquirió equipos científicos para la UCV.

A su regreso a Venezuela en 1891, todos sus conocimientos adquiridos los vertió con alma de apóstol en sus alumnos de la Universidad Central de Venezuela. Dicta las cátedras de Histología Normal y Patología, Fisiología Experimental y Bacteriología.

Desde entonces se dedicó a la docencia e investigación, fundando la primera cátedra de bacteriología de América del Sur, a la par de cumplir funciones como médico en le hospital Vargas y atender a particulares que no podían costear los honorarios profesionales.

Las afecciones de salud interrumpieron su paso por el noviciado, pero aunque en dos oportunidades quiso hacerse religioso y no pudo conseguirlo, su fe se mantuvo inquebrantable.

El 29 de junio 1919 muere arrollado en una calle de La Pastora por uno de los pocos automóviles que circulan por la Caracas de entonces. Desde entonces el pueblo comenzó a rendir veneración por las curaciones milagrosas atribuidas al médico trujillano.

El 16 de enero de 1986 el papa Juan Pablo II declaró venerable a José Gregorio Hernández, y se dio inicio al proceso de beatificación, pese a lo cual ya es considerado por muchos como santo.