Para hacer frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos y ante la posibilidad de que Europa imite esta acción, el gobierno nacional podría recurrir al yuan como moneda de respaldo de sus reservas, una acción que muchos economistas ven como improbable y hasta arriesgada.
La medida plantearía al país una gran transición, pues pasaría de utilizar para sus pagos una moneda que apenas fue aceptada el año pasado por el Fondo Monetario Intencional (FMI) para este tipo de acciones.
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“Es perfectamente posible que Venezuela pueda utilizarla”, explica Efraín Velázquez, director del Consejo Nacional de Economía, quien asegura desconocer si se trata de una simple mención o una propuesta que esté analizando el alto gobierno.
Explica que China podría hacer un préstamo en yuanes a Venezuela (algo que ya se ha hecho en el pasado) y utilizar esa moneda para apuntalar sus reservas y pagar con ello comprar o deudas, siempre que la contraparte acepte la transacción.
No obstante, asegura que el yuan no es una moneda de uso común y no tiene la liquidez del dólar. “El problema es que no todos los mercados la aceptan como moneda de pago”, dice Velázquez, quien cree que la medida podría complicar aún más la liquidez de Venezuela para cumplir sus compromisos.
Una opinión más fuerte la tiene el economista y diputado a la Asamblea Nacional José Guerra, quien asegura que el yuan no tiene convertibilidad, por lo que será difícil para Venezuela poder cancelar con ella sus deudas con países distintos a China.
“Es poco funcional porque nuestro comercio es casi todo en dólares”, dice Henkel García, director de Econométrica, quien concuerda con el economista Luis Oliveros. Ambos estiman que un cambio de esta naturaleza implicaría centralizar todo el comercio con China.
Cabe recordar que desde 2005, parte de los préstamos hechos por Pekín a Caracas han sido en yuanes, lo que ha significado que Venezuela solo ha podido comprar a productos a China.
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