Estados Unidos, Francia y Kuwait intentan mediar en crisis del Golfo Pérsico

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Cortesía

Trump propuso reunión en la Casa Blanca

Estados Unidos, Francia y Kuwait intensificaron los esfuerzos diplomáticos en las últimas horas para contener la crisis sin precedentes en el Golfo Pérsico entre Catar, acusado de apoyar al terrorismo, y Arabia Saudita y sus aliados.

Los respectivos presidentes de Estados Unidos y Francia, Donald Trump y Emmanuel Macron, han llevado a cabo varias llamadas telefónicas en las últimas horas mientras el emir de Kuwait intenta mediar en la crisis con visitas a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Catar.

Los sauditas y sus aliados consideran que Catar tiene que «cambiar de política» y seguir la misma línea que sus vecinos con respecto a los movimientos islamistas radicales y a sus relaciones con Irán, el gran rival chiita del reino saudita, mayoritariamente sunita. «Esperamos que nuestros hermanos de Catar tomen  las medidas correctas para poner fin a esta crisis», dijo el ministro de Exteriores saudita, Adel al Jubeir.

Por su parte Emiratos Árabes Unidos, el país más crítico con Catar, mantiene una presión extrema, calificando a las autoridades de Doha de «campeonas del extremismo y del terrorismo en la región». El ministro de Exteriores de Abu Dhabi, Anwar Gargash, puso varias condiciones para atajar la crisis, como que Catar ponga fin a los programas «extremistas» de su cadena de televisión Al Jazeera y tome medidas contra los miembros de los Hermanos Musulmanes refugiados en Doha.

Según un alto responsable de la región consultado por AFP, la crisis se explica ante todo por la influencia»que el antiguo emir catarí Hamad ben Jalifa A-Thani, de 65 años, ejerce sobre su hijo, el jeque Tamim, 37 años, que llegó al poder en 2013 tras la abdicación de su padre. El jeque Hamad logró poner a Catar en el mapa local e internacional impulsando su papel de mediador en varias crisis y poniéndose en primera línea de las revueltas árabes de 2011.

Resolver diferencias

La crisis se desató esta semana cuando Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Bahréin, Mauritania y Maldivas decidieron romper sus relaciones diplomáticas con Catar y, en el caso de algunos países, aplicar sanciones económicas y restricciones en el tráfico aéreo.

El presidente estadounidense Donald Trump, que apoyó la decisión de aislar a Catar, ofrece ahora su ayuda para salir de la crisis. En una entrevista telefónica con el jeque Tamim. Trump propuso «ayudar a las partes a resolver sus diferencias, incluso con una reunión en la Casa Blanca si fuera necesario».

Por su parte, el francés Emmanuel Macron se entrevistó con el emir de Catar, el presidente iraní Hasán Rohaní y el rey Salmán de Arabia Saudita e invitó a todas las partes a seguir dialogando.

Las monarquías petroleras de la región forman parte desde 1981 en el llamado Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que reúne a las monarquías petroleras sunitas que controlan un tercio de las reservas mundiales de crudo. El CCG incluye a Arabia Saudita, Bahréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos así como a Kuwait y Omán, dos países que decidieron no romper relaciones con Catar. El miércoles el emir de Kuwait, el jeque Sabah Al Ahmad Al Sabah, viajó a Catar tras haberse entrevistado con el rey saudí en un intento de mediación.

Sin embargo, según el ministro Gargash, todavía no existen las condiciones necesarias para una mediación. «Las condiciones tienen que empezar con una declaración, con la voluntad de Catar», dijo a la AFP.

Catar rechaza todas las acusaciones y asegura que la crisis es la consecuencia de las falsas declaraciones de su emir sobre Irán y los Hermanos Musulmanes, publicadas por la agencia de noticias que, según las autoridades, fue pirateada.

El miércoles el ministro del Interior catarí publicó un informe preliminar sobre la investigación del presunto ataque informático que habría empezado en abril pero del que no identificó a los autores. AFP