La Casa Blanca pidió la venta gradual de la Reserva Estratégica de Petróleo de Estados Unidos a partir de octubre del 2018, una estrategia que le permitirá recaudar 16.500 millones de dólares.
La propuesta del presidente Donald Trump de vender la mitad de la reserva estratégica de petróleo de su país sorprendió a los mercados de energía, ya que contrarresta los esfuerzos de la Opep para controlar el suministro a fin de impulsar los precios.
La reserva de Estados Unidos tiene 688 millones de barriles, lo que la convierte en la más grande del mundo, y una liberación de la mitad en un lapso de 10 años promediaría unos 95.000 barriles diarios (bpd), o el 1% de la producción estadounidense actual.
El plan se dio a conocer apenas un día después de que Trump abandonara Arabia Saudita, el líder de facto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), como parte de su primera gira al extranjero desde que asumió el cargo.
Washington tiene más margen de maniobra para liberar el crudo de su reserva ya que su propia producción ha repuntado 49% en los últimos cinco años. Reuters
