Los caficultores nacionales negaron que la producción de la última zafra haya alcanzado los 1,8 millones de quintales estimados por el gobierno, y aseguraron que si no hay café en los anaqueles se debe a la estrepitosa caída de la cosecha, que alcanzó apenas 600.000 quintales.
“No hay café suficiente para decir que no será necesario importar y que se va a exportar”, afirmó Dioleigdy Pérez, directora del rubro café en Fedeagro.
Según el ministro de Agricultura y Tierras, Wilman Castro Soteldo, la producción de café apunta a no solo a producir dos millones de quintales (saco de 46 kilos) sino a aportar otro millón de quintales para la exportación. Gracias al esfuerzo articulado productores y Gobierno Bolivariano, Venezuela no importará mas café”, dijo Castro a finales del año pasado.
López aseguró que esa cifra no se logrará y que solo se esgrime como estrategia para seguir importando café.
Hasta 2009 Venezuela se autoabastecía de café al producir las cerca de 1,6 millones de toneladas de quintales que demandaba el mercado y destinaba algo a la exportación.
Pero las malas políticas gubernamentales dieron al traste con ese logro, al punto que hoy solo 36% de la demanda es satisfecha con producción nacional.
La dirigente dijo que los precios del rubro deben ser revisados al menos trimestralmente, como única medida para evitar los rezagos que han desetimulado la producción en años anteriores con la consecuente pérdida de capacidad para satisfacer la demanda.
Actualmente, el kilo de café corriente se expende entre entre 8.000 y 15.000 bolívares, aunque el rubro está regulado desde mediados de 2016 en Bs. 694,21, precio que no se cumple en ningún comercio.
Sobre el tema del contrabando de café hacia Colombia, la productora señaló que como caficultores solo se dedican a cuidar sus cultivos y cosechas, pues es tarea de las autoridades cuidar que el poco café que se produce no salga del país. “No estamos en frontera para saber si hay contrabando”, dijo.
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