Sobra decir que la industria automotriz venezolana está prácticamente destruida, y a mejor demostración son los resultados de ventas de enero pasado: apenas se comercializaron 157 unidades, un desplome de 98% en los últimos 12 meses (febrero 2016 – enero 2017), período durante el cual se vendieron 2.621 unidades.
De acuerdo con el informe de ventas de las Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), esa cantidad significa un retroceso de casi 60% frente a las 387 unidades comercializadas en enero de 2016, y de más de 33% respecto a las 236 vendidas en diciembre pasado, un mes que tradicionalmente fue el mejor mes para el sector.
El registro, uno de los más bajos de la industria, es apenas 4% de lo vendido en enero de 2003, cuando el país enfrentaba un paro general convocado por los opositores al gobierno nacional.
De las siete empresas privadas que hacen vida en el país, solo tres lograron vender alguna unidad en enero: Ford con 80 carros, Toyota con 60, y FCA (Chrysler) 17.
GM y Mitsubishi cerraron un mes sin colocar una sola unidad, sumando ya unos 15 meses con cero ventas, mientras que Iveco dejó de hacerlo desde mediados de 2016.
Mack, que hasta diciembre pasado produjo y vendió algunas unidades, cerré enero con cero colocaciones.
Cavenez no ha dado a conocer las cifras de producción, pero se sabe que solo Toyota y FCA ensamblaron. La primera en el marco de su reinicio a actividades tras casi un año de paralización, y la segunda para concluir una centena de unidades que quedaron a medio armar desde 2015, cuando la falta de material obligó a suspender sus procesos.
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