El aumento de la cesta ticket socialista tras el alza de 69,5% en la Unidad Tributaria (UT) fue cogido de distintas maneras entre los trabajadores: mientras que quienes apoyan al gobierno al gobierno nacional expresaron su satisfacción por la medida, quienes no comulgan con el Ejecutivo sienten preocupación.
“No vamos a desestimar ningún aumento salarial o delos beneficios que otorgue el gobierno a los trabajadores, pero en lugar de alegrarnos nos preocupa este aumento porque se traducirá en más inflación”, destacó Julio Polanco, coordinador nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
A partir del 1° de marzo, el valor del bono alimentario sube de 63.720 a 108.000 bolívares, un alza de 69,5% impulsada por el incremento de la Unidad Tributaria –base de cálculo de este beneficio- que pasará de Bs. 177 a Bs. 300 a partir del próximo mes.
La razón esgrimida por Polanco apunta a que no se resuelve el problema de fondo que provoca la galopante inflación, por lo que estima que mientras se intente corregir los desequilibrios financieros de la masa trabajadora con alzas salariales, el problema persistirá.
“Ningún aumento nos va a satisfacer mientras persistan los problemas de fondo. Por el contrario, cada día el salario pierde más poder de compra. Lejos de alegrarnos nos preocupa cada vez que se da un aumento”, dijo el también presidente de la Federación Única de Sindicatos Bolivarianos del estado Carabobo (Fusbec).
La otra cara
Opinión contraria sostiene el presidente de la Federación Nacional de los Trabajadores del Sector Público (Fentrasep), Franklin Rondón, quien avaló la medida, al tiempo de considerar que no tendrá un mayor impacto en la estructura de costo y en las erogaciones de los patronos por no tener incidencia en el salario ni las prestaciones sociales”.
Aunque reconoce que este aumento no cubre las necesidades alimenticias de los trabajadores, Rondón señala que «es una medida que dicta el presidente Maduro para ayudar a proteger el salario y al trabajador mismo”. Agregó que son necesarias otras acciones para blindar que los ingresos no se vean menguados por la inflación.
“Tenemos que sentarnos con todos los factores del país para discutir medidas adicionales del lado de los patronos públicos y privados”, dijo el dirigente gremial, quien nombró entre ellas la discusión de las convenciones colectivas atrasadas, elevar la producción de las empresas manejadas por los trabajadores, y aplicar una escala salarial en el sector privado a semejanza de la utilizada en el sector público.