El 11 de abril de 2002 Julio Borges también exigía la salida de los magistrados del TSJ

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Foto referencia

El personaje del oscuro video hoy protagoniza el esfuerzo institucional contra lo que la oposición considera un autogolpe

Julio Borges encabeza el único poder público nacional independiente del oficialismo, la Asamblea Nacional, que lucha por hacer valer sus potestades ante un Tribunal Supremo de Justicia que se las usurpó prácticamente todas. Ahora, la legislatura exige la destitución de los magistrados de la Sala Constitucional. Borges asegura que los jueces cometieron delitos de lesa humandidad al perpetrar un «golpe de Estado» contra la AN.

Hace 15 años, en el contexto de los hechos del 11 de abril de 2002, el líder de Primero Justicia también exigió la salida de los magistrados del TSJ, aunque por su propia renuncia. Y no solo la de ellos, sino la del entonces presidente Hugo Chávez, los diputados a la Asamblea Nacional (él era uno de ellos), la junta directiva de Pdvsa, el fiscal general, el contralor general y el defensor del pueblo.

Esas fueron sus palabras registradas en un video tomado aquel 11 de abril, horas antes de que los militares le dieran la espalda a Chávez tras los hechos violentos en el centro de Caracas. Borges aparece ante la cámara rodeado por sus compañeros de PJ, algunos de los cuales, como Leopoldo López y Gerardo Blyde, abandonarían las filas de la tolda amarilla años después.

La pieza audiovisual ha sido ampliamente difundida por el oficialismo, y es una de sus favoritas para sostener la tesis de que lo ocurrido el 11 de abril fue el producto de una conspiración en la que todas las fuerzas opositoras estuvieron involucradas.

La reacción internacional a la breve remoción de Chávez en aquel entonces fue unánimemente adversa, e incluso la Organización de Estados Americanos se preparó para activar la Carta Democrática (en ese entonces, para el chavismo la cláusula no era un «instrumento de dominación imperial que antecede una intervención armada» en el país sancionado). Pero la rapidez con que el barinés volvió a Miraflores evitó que el castigo se concretara.

Hoy, como dicen los anglosajones, se voltearon las mesas y son los sucesores de Chávez en el gobierno quienes cada vez más reciben el repudio del resto del mundo por la escalada antidemocrática en Venezuela. Borges, visto en 2002 por la mayoría de los extranjeros como un actor acaso menor en un drama golpista, recientemente ha sido recibido por las autoridades de la OEA, así como delegaciones de gobiernos y parlamentos de varios países de la región, que escuchan sus alertas sobre el «Madurazo» perpetrado contra la Asamblea. De este relato el final aún está por verse.