Aunque la abstención fue una estrategia de la oposición venezolana en elecciones pasadas, esta vez la impopularidad del gobierno y la posibilidad de que el sufragio sea “un medio” para la transición política, motivan a reafirmar el llamado a votar.
La oposición venezolana, que en el pasado optó por la abstención en las elecciones, ahora se prepara para participar activamente en las próximas presidenciales del 28 de julio.
Expertos señalan que la impopularidad del gobierno y la percepción de que el voto puede ser un medio para el cambio político están impulsando esta nueva postura.
A pesar de las irregularidades en el proceso electoral y la persecución de dirigentes opositores denunciadas en Venezuela, esta vez la oposición no está considerando boicotear la votación, como lo hizo en ocasiones anteriores. La posibilidad de una victoria y la necesidad de preservar los liderazgos ante una eventual transición política son factores clave que influyen en esta decisión, según expertos consultados.
Las fases iniciales de los comicios, programados para el 28 de julio, han estado marcadas por reclamos sobre el bloqueo de la candidatura de María Corina Machado, ganadora de las primarias, y su sustituta, Corina Yoris. Además, se han denunciado retrasos y requisitos inconstitucionales en el registro de votantes dentro y fuera del país, así como persecuciones contra dirigentes opositores.
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Estas denuncias han llevado a algunos a cuestionar la validez de los Acuerdos de Barbados, una serie de compromisos electorales firmados por el gobierno y la oposición en la isla caribeña. Asimismo, se ha advertido que el cronograma acelerado de los comicios podría violar la Constitución y las leyes, dificultando la presencia de misiones de observación extranjeras.
En cuanto a la candidatura presidencial, la incertidumbre persiste sobre si la oposición podrá postular a alguna de sus figuras destacadas. Machado, quien ganó abrumadoramente las primarias pero fue inhabilitada para postularse, ha negado que el oficialismo haya logrado sacarla de la contienda electoral. En este contexto, la oposición continúa evaluando cuál será su candidato unitario, considerando diversas opciones.
A diferencia de elecciones anteriores en las que la oposición optó por la abstención, en esta ocasión los principales líderes opositores están enfocados en participar activamente en el proceso electoral. La alta participación en las primarias y el respaldo popular a un cambio en el país son motivaciones clave para esta nueva estrategia.
Expertos señalan que esta postura eleva el costo de las acciones represivas del gobierno, al no proporcionarle el argumento de la abstención. Aunque la participación electoral conlleva riesgos, la oposición venezolana está apostando por el sufragio como un medio para impulsar una transición política en el país.
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