El príncipe Carlos III recibió activos que suman un valor estimado de 2.200 millones de dólares, enriqueciéndose significativamente antes de su coronación como rey el próximo sábado.
La cifra incluye una variedad de bienes como propiedades, joyas, inversiones, caballos, automóviles, obras de arte y sellos raros, entre otros.
Debido a un acuerdo firmado en 1993 que cubre los legados de los soberanos, el nuevo rey no tendrá que pagar el 40% del impuesto de sucesión.
Aunque el Palacio de Buckingham se negó a proporcionar información sobre la fortuna del próximo monarca, insistió en que la riqueza del rey siga siendo «privada».
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El Palacio de Buckingham y el Castillo de Windsor son dos de las residencias oficiales de Carlos III, ya que forman parte del Crown Estate, cuyo valor se estima en unos 19.466 millones de dólares.
Aunque estas propiedades no son bienes privados del rey, él tiene derecho a residir en ellas mientras ocupe el trono. Según informó The National News, no se permitirá que el monarca venda o ceda estas propiedades.
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