La falta de acceso al combustible barato ha obligado a los transportistas del estado Lara a ingeniárselas para conseguir carburante a buen precio y no seguir trabajando a pérdida. En el municipio Crespo, los profesionales del volante pagan hasta 25 dólares para usar la huella de aquellas personas que aún se mantienen en el sistema de subsidios.
Por Prensa de Lara
Transportistas del municipio Crespo señalan que están trabajando a pérdida y no pueden con el costo de operatividad de las unidades. Aseguran que el poco acceso al combustible los ha llevado a recurrir a medidas desesperadas, como la compra de la huella en $25 para poder surtir combustible subsidiado, pues el 10% que anteriormente les entregaban en las estaciones de servicio les fue quitado desde hace al menos dos meses.
Isbely Montero, presidenta de la línea «Santa Fe Crespo», explicó que actualmente los transportistas tienen que esperar por su número de placa para poder surtir o «comprar las huellas» de la gasolina subsidiada y así llenar sus tanques con frecuencia.
«En el municipio Crespo no contamos con estaciones TP, nos fue quitado el 10% del combustible, estamos equipando por pico y placa cuando logra llegar la gandola, además estamos comprando la huella a 25 dólares 120 litros de gasolina», dijo Montero.
Transportistas aseguran que antes podían «bandearse» con el 10% que les entregaban en las estaciones, pero al quitarlo se ha vuelto muy cuesta arriba poder prestar sus servicios y generar alguna ganancia.
Montero destacó que cuando no logran comprar las huellas porque se terminaron, tienen que «negociar» con conocidos para que les den un poco de su cupo para poder surtir, pero sólo logran echar 30 litros.
«El transporte puede equipar cuando logra pegarla con la placa y con la llegada de la gandola, porque esta apenas llega dos veces a la semana o un solo día, a veces duramos hasta 10 días sin el suministro», denuncia.
Transportistas señalan que ante esta situación, muchas veces han tenido que trabajar a pérdida porque la tarifa del pasaje, la cual es de Bs. 3 no les es rentable para mantener las unidades.
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«Se está trabajando para comer, pero cuando las unidades nos pidan no vamos a tener para arreglarlas, hay muchos que están trabajando así, por la necesidad que hay para llevar el sustento a diario para nuestras familias, no tenemos otra opción», aseguró.
Los conductores piden a las autoridades del transporte considerar las deficiencias que se están viviendo en los municipios, pues aseguran que cada vez son menos las unidades que están prestando el servicio ante la imposibilidad de surtir combustible para poder trabajar.
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